Temblor deja viviendas, negocios y hospitales dañados en Jamiltepec
Otros 26 municipios de la Costa y Mixteca enfrentan la emergencia, con un saldo preliminar de 175 viviendas dañadas
Michelle, una niña de siete años, logró sobrevivir al sismo de magnitud 7.2 que volvió a afectar a Oaxaca, ahora a la región de la Costa. Como acostumbraba todos los días, el viernes practicaba su clase de karate en el municipio de Pinotepa Nacional, cuando sintió el crujir de la tierra.
Eran las 17:39 horas y un nuevo sismo se registraba con epicentro a 11 kilómetros al sureste de Pinotepa; ella sorprendida y con miedo al ver cómo caía el techo de su escuela, salió corriendo del sitio.
“Tuvimos que bajarnos rápido para que no se nos cayera el techo”, recuerda mientras está en el patio de su hogar en el municipio de Santiago Jamiltepec, donde enfrenta otra realidad, la casa de su abuelo derruida.
“Sentí dolor y tristeza, es que cuando se estaba moviendo el techo, y todo eso, se cayó encima el techo en karate”, comenta, que a su edad comenzó a enfrentar los fenómenos naturales y sus efectos.
Al salir del edificio se reencontró con su mamá, quien como cientos de personas se sentían atemorizadas; al volver a casa por la noche, otra noticia les esperaba.
La casa de Juan Cristóbal Carro, un señor de 67 años y de oficio tablajero, abuelo de Michelle y de Alan, su primo, quedó en ruinas.
“Sentí feo, quería llorar”, cuenta Alan, un niño de tan sólo nueve años, quien ha estado intranquilo por el desastre natural, explica su mamá, Gabriela Carro.
El temor de ambos niños se entiende, pues en un día han sentido las más de 590 réplicas, siendo la de mayor magnitud de 5.9.
Su abuelo reconoce que el miedo también lo invade, mientras recuerda el sismo, “estuvo muy fuerte, no es como las otras veces que ha temblado, pareciera como si fuera de 10”, dice, y afirma que dará valor a su familia.
Frente a la casa destruida, la familia ahora vive en el patio desde la noche del viernes; el cansancio y desvelo no le permite pensar a Juan, por ahora, cómo reconstruir su vivienda; su situación empeora, refiere, porque no ha tenido trabajo en las últimas semanas.
Son las nueve de la mañana del sábado, y como ellos, cientos de pobladores de Jamiltepec viven la emergencia, pues tan sólo en este municipio hay 55 viviendas dañadas, negocios aún no cuantificados, afectaciones en templos, el Palacio Municipal y el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Frente al palacio municipal, personal de Protección Civil labora en la verificación de los daños, la gente no deja de hablar del sismo y del accidente del helicóptero. Preocupados intentan retomar su vida.
Es el mediodía del sábado y Protección Civil aún continúa con el recuento del daño, dice, no tener aún la cifra precisa de las afectaciones, por ahora sólo confirma una adolescente herida en el municipio de Tututepec.
“No tenemos personas fallecidas por el sismo”, informa Esteban Vásquez, delegado regional de Protección Civil.
A la misma hora, la población continuaba incomunicada con Pinotepa Nacional, debido a los daños en la carretera federal 200; por la tarde un carril fue abierto al tránsito.
Son las 17:00 horas, se ha cumplido casi un día del desalojo de los pacientes del hospital del IMSS, que presenta fisuras en muros y techos de las áreas de Urgencias y Tocología. Bebés, mujeres y hombres reciben atención médica en el patio.
En el centro de la población, la música fúnebre se escucha, la población se ha concentrado para enterrar a sus muertos que dejó el accidente del helicóptero militar.
Como Santiago Jamiltepec, otros 26 municipios de la Costa y Mixteca enfrentan la emergencia, con un saldo preliminar de 175 viviendas dañadas.
