Alumnos indígenas de la UNAM denuncian uso indebido de sus datos; exigen renuncia de coordinadora del sistema de becas

Esta no es la primera vez que la coordinadora del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas utiliza la información de los becarios en sus trabajos académicos, denuncian los estudiantes

Alumnos indígenas de la UNAM denuncian uso indebido de sus datos; exigen renuncia de coordinadora del sistema de becas
Archivo EL UNIVERSAL
Sociedad 10/11/2020 20:12 Fernando Miranda Actualizada 20:12

Oaxaca de Juárez.—Bajo la consigna “Por una universidad que nos reconozca plenamente como sujetos políticos y no sólo como objetos de estudio”, un grupo de 14 becarios y 32 exbecarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pertenecientes a pueblos originarios y afroamericanos, denunció el uso indebido de sus datos personales, mismo que se emplearon para realizar investigaciones académicas sin su consentimiento. 

A través de un pronunciamiento público, los alumnos y exalumnos de la “Máxima Casa de Estudios”, dieron a conocer que Dora Evangelina Mendizábal García, coordinadora del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas y Afrodescendientes (SBEI) publicó un libro titulado “Universidad y diversidad. Los becarios indígenas de la UNAM”, en el que “se hace uso de información personal y privada sin consentimiento de quienes hemos integrado el SBEI, lo cual nos parece indignante y antiético, toda vez que la información recabada es íntima y personal”.

De acuerdo con la denuncia, durante el proceso de selección para la beca, se les solicita información sobre sus vidas, historias familiares y comunidades de origen, por medio de escritos, reportes y pláticas con tutores; sin embargo, señalan que en ningún momento se les preguntó, ni se les informó que dicha información, de carácter estrictamente personal, se usaría para fines de investigación. 

“Fue hasta que leímos el libro mencionado que supimos que fue utilizada por parte de la Coordinación Docente y del SBEI (…) es necesario decir que los reportes siempre han sido de carácter obligatorio, constituyendo un requisito para poder acceder al monto económico mensual asignado por el SBEI”. 

Aseguraron que la entrega de esta información es obligatoria, y que durante un año cada becario entrega más de 10 escritos en donde se abordan, “por exigencia”, datos de ámbitos como el privado, familiar, educativo, político y comunitario.

 “Muchas personas han sido abiertas con sus experiencias e historias, detallando incluso cuestiones clínicas y de salud mental, por lo cual nos resulta grotesco que esa información esté bajo el supuesto resguardo de personas que la usan para beneficios e intereses académicos personales, sin pedir nuestra autorización”. Señala el pronunciamiento que también cuenta con el respaldo de organizaciones y académicos. 

Esta no es la primera vez que la coordinadora del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas utiliza la información de los becarios en sus trabajos académicos, pues para realizar su tesis de Maestría, Dora Evangelina Mendizábal García recurrió al empleo de dicha información, y dicho trabajo fue publicado posteriormente como libro por la propia UNAM, bajo el título “Etnografía Intercultural del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas de la Universidad Nacional Autónoma de México” (2013).

“Lo descrito deja ver que el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural Interculturalidad sólo vela por sus intereses, ya que en ningún momento ha generado espacios que incentiven la publicación de escritos desde la propias voces de los becarios y becarias, limitándose a tener el monopolio de nuestras historias confiadas”, acusaron. 

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De acuerdo con el Código de Ética de la UNAM, la integridad y la honestidad académica son parte de los principios universitarios e implican: citar las fuentes de ideas, textos, imágenes, gráficos u obras artísticas que se empleen en el trabajo universitario, y no sustraer o tomar la información generada por otros o por sí mismo sin señalar la cita correspondiente u obtener su consentimiento y acuerdo. 

“[…] la privacidad es un derecho fundamental y un principio que la Universidad valora. Por ello, los universitarios se comprometen a respetar los datos personales, la información personal de los miembros de la comunidad universitaria y la vida privada de las personas”, se indica. 

En el libro señalado lo anterior no se cumple a criterios de los becarios y exbecarios, entre los que destacan alumnos y exalumnos oaxaqueños, pues en se utilizan siglas en para“proteger” la identidad de las personas citadas, pero éstas “van acompañadas de otros datos académicos que facilitan el reconocimiento; incluso en algunos casos se menciona información personal y familiar de manera explícita, lo que es irrisorio y va contra los principios éticos no sólo de la UNAM, sino de cualquier investigación que se considere seria”. Un ejemplo de ello es que la obra, incluso, habla del abuso sexual de una persona beneficiada de la beca. 

Ante ello los alumnos y exalumnos consideran que se trata de una violación grave a su derecho a la intimidad y protección de datos personales, pues la publicación revela datos que los hacen identificables, sin que puedan negarse a tal solicitud pues el acceso a la beca les permite seguir con sus estudios, dadas las desigualdades estructurales e históricas sobre las comunidades originarias. 

“No es posible negarse a proporcionar información, pues forma parte del esquema de trabajo del SBEI y llegan a exigir que se detalle de la manera más extensa posible  (…) dicha publicación es una forma de perpetuar el extractivismo epistémico hacia nuestros pueblos, acción que además está siendo respaldada institucionalmente. 

Los becarios y exbecarios exigieron que el uso de la información en las publicaciones mencionadas sea revisado y esclarecido; que el director José del Val haga público el proceso de tratamiento de datos personales dentro del PUIC, así como quiénes han tenido acceso a ellos, y que la coordinadora Dora Evangelina Mendizábal García ofrezca una disculpa pública y presente su renuncia por “el repetido actuar sin rigor metodológico ni ético, violentando la privacidad de los y las jóvenes becarias del sistema a su cargo”. 

Además, pidieron que se establezca un aviso de privacidad interno sobre el consentimiento, uso y protección de datos personales y que se les consulte previamente, aún si ya salieron del sistema de becas, si desean que su información sea utilizada. Y sobre todo, que “no haya ningún tipo de represalia por el documento presente o cualquier otra manifestación hacia las violencias ejercidas por el PUIC”, pues aseguraron que hay conocimiento de casos de “hostigamiento y retención del apoyo económico” a quienes han alzado la voz por inconformidades.

La denuncia de los alumnos y exalumnos fue respaldada por más de 132 organizaciones, colectivos, académicos e investigadores de distintas instituciones, quienes firmaron a título personal o en colectivo el pronunciamiento. 

Al respecto, el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural Interculturalidad de la UNAM, en un escueto comunicado en sus redes sociales, informó que ante la difusión del texto “Universidad y Diversidad”, tomó la determinación de “hacer una revisión de su contenido y comunicar la decisión que emane de la misma”. Lamentó “los inconvenientes generados” y reiteró su “compromiso con el esclarecimiento”.

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