“Hay que conocer capacidades antes de juzgar a aspirantes LGBT”, dice Humberta Marcelo, candidata en Oaxaca

Oaxaca de Juárez.- “He recibido amenazas y temo por mi vida”, señala Humberta Marcelo Vásquez, candidata a la presidencia municipal de San Pedro Jicayán por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en entrevista con EL UNIVERSAL, luego de que se diera a conocer la denuncia que hizo en sus redes sociales, donde narró la intimidación de la que es víctima, tras quedar como candidata a edil para la contienda 2021.

“Temo por mi vida y sé que viene un carro… un Tsuru negro a vigilarme y a vigilar mi casa”, relata.

La aspirante de 31 años, señala que antes de su postulación, ha sido activista LGBT en su municipio de origen. “Cuando yo me perfilo para candidata, empiezan las ofensas, por mi orientación sexual. Éramos dos aspirantes y se definió a través de la comisión del partido que la candidatura se representara por género, en el mes de marzo, tras lo que hice mi cambio legal de identidad sexual y tras ello, ha habido amenazas de muerte e intimidación”, sostiene.

La decisión dejó fuera de la contienda al otro precandidato priista, Leonardo Silva Palacios, el otro aspirante, quien fue presidente municipal de Jicayán hace varios años. Es a él quien responsabiliza de amenazas e intimidación. A los ataques se suman además las acciones del candidato por el Partido Revolución Democrática (PRD), Anatolio Damián García, quien es el actual edil de la localidad y busca reelegirse, mismo que ha señalado la orientación sexual de la candidata de manera peyorativa.

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Sin embargo, relata que desde muy joven, se reconoció como una persona LGBT, por lo que su labor y activismo siempre fue en favor de la comunidad. Tiempo atrás, señala, se había planteado el cambio de identidad de género que se consolidó de cara a las elecciones.

Foto: Especial

A pesar de que, indica, en las comunidades indígenas de Oaxaca la discriminación hacia las personas LGBT, persiste, su arranque de campaña, el 4 de mayo pasado, tuvo buena respuesta por parte de los simpatizantes del instituto político que representa. Ello, dice, puso en alerta a sus contrincantes políticos, quienes la han amedrentado desde entonces.

“Estoy teniendo respaldo y aceptación por parte de mi municipio y ello tiene mucha importancia, porque se trata de una localidad indígena”, sostiene. Por ello, continuamente, asegura, es perseguida en las calles y vigilada en su domicilio.

Luego del cambio de identidad, Humberta fue acusada de usurpar la candidatura destinada a promover la equidad de género, por lo que estaba reservada para una mujer; no obstante, ella reitera que la intención precede de tiempo antes. “Soy un ser humano que tiene la capacidad de aportar cosas positivas a mi municipio, aunque además de mis contrincantes, también los usuarios de las redes sociales me han atacado con expresiones de homofobia y LGBT-fobia”, lamenta. 

Respecto a su cambio de identidad, Humberta explica que ésta responde a no identificarse como hombre, pero no se considera una mujer trans, sino se identifica con un género propio, pero que se orienta hacia lo femenino.

“Quiero dejar muy en claro que el hecho de que haya cambiado mi identidad sexual, fue orientado desde la base fundamental legal, es decir el cambio de nombre, porque he recibido críticas porque no me visto como mujer, pero la orientación sexual no es sólo la apariencia”, afirma.

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Abogada de profesión, Humberta ha fungido como asesora jurídica de una asociación civil de mujeres de la Costa, por lo que conoce y siente afinidad por los temas de género y de la comunidad LGBT.

Asimismo, recuerda que antes de postularse a la presidencia de Jicayán, ha representado agencias municipales por tres ocasiones, dirigido el DIF municipal y Protección Civil, sin embargo, dichos cargos fueron asumidos antes de su cambio de identidad de género. “Aunque ya me lo había planteado, no lo había hecho porque temía que sucediera justo esto que está pasando”, afirma.

“Yo le diría a las personas, a los votantes, que no juzguen a las personas LGBT sin conocer sus capacidades para representarles, pertenecemos a sectores y hemos vivido situaciones que nos hacen sensibles a los problemas de las personas. La gente tiene que entender que es tiempo de que los cargos sean ocupados por mujeres, que es tiempo de la diversidad y que las personas LGBT son capaces de ocupar cargos públicos”, dice.

Hasta hoy, en San Pedro Jicayán no existen las regidurías de equidad de género, ni de diversidad sexual, por lo que Humberta planea, en caso de ganar las elecciones, crear ambas regidurías que permitan avanzar en la garantía de los derechos de todas las personas, agrega.