La fotografía la estaba solicitando personal de la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), para corroborar que la diputada estaba bien físicamente. Después ya no la volvieron a esposar. Del llanto, para la mañana del sábado, el ánimo de Yarith Tannos Cruz, pasó al coraje y a la indignación por “la actitud de barbarie” de los manifestantes.
“Nunca me dejaron que bajara de la camioneta, solo para ir al baño y a cambiarme de ropa. Por la noche del sábado y domingo, rogaba a Dios para que lloviera y así los manifestantes se retiraban a protegerse de la lluvia y me dejaban en paz. Estaban enojados porque desde el fin de semana se quedaron sin agua y sin comida y querían desquitarse conmigo”.
“La forma que ellos (los pobladores mixes), entienden como justicia va contra los derechos humanos, en su manera de hacer justicia, saquearon un camión porque estaban desesperados porque el restaurante donde comían cerró a petición de la población de Boca del Monte y porque los habitantes de Palomares también bloquearon la carretera”, señala.
Yarith Tannos Cruz no revela si denunciará su retención y tampoco confiesa si para ella fue un secuestro. “Tengo entendido que la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) abrió una carpeta de investigación sobre esos hechos”, dice sobre el tiempo que fue retenida, esposada y amenazada. La legisladora recuerda que después que, en la tarde del viernes, habló en la asamblea, “unos líderes violentos no me dejaron salir”.
Oaxaca tiene 570 municipios, la mayoría de ellos (488) se rigen por Sistemas Normativos Indígenas, cuya autonomía está protegida por la Constitución, lamentablemente, asegura la legisladora, en la mayoría de esos municipios el sistema de Usos y Costumbres atenta contra los derechos humanos y esas violaciones se observan en los conflictos administrativos, agrarios y religiosos.