Día de Muertas: duelo de familias no cesa exigencia de justicia para mujeres asesinadas en Oaxaca

En Oaxaca, tan sólo hasta septiembre de 2020, al menos 91 familias viven el dolor de haber perdido a alguna integrante asesinada, según datos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca

Foto: Cortesía
Sociedad 01/11/2020 10:43 Christian Jiménez Oaxaca Actualizada 10:10

Oaxaca de Juárez.— Un ramo de girasoles, sus flores favoritas; pan, chocolate, su bebida preferida y la comida de temporada, acompañan la ofrenda de Día de Muertos que la familia Jarquín ofrece este año en memoria de María del Sol, quien hace casi dos años y medio, fue asesinada en medio del proceso electoral de 2018, durante un ataque en Juchitán.

Desde entonces, la sonrisa de María del Sol acompaña a su madre, la periodista Soledad Jarquín Edgar, y es su recuerdo la motivación para que la exigencia de la justicia no cese. A su hija, la también activista la recuerda alegremente; sin embargo, el proceso de aprender a vivir sin ella, reconoce, le duele día a día.

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En Oaxaca, tan sólo hasta septiembre de 2020, al menos 91 familias viven el dolor de haber perdido a alguna integrante asesinada, según datos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca. A ellas se suman las 134 familias de 2019 y las 123 de 2018, de acuerdo con el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos”, todas resistiendo un duelo a causa de una violencia feminicida que no cesa. 

A ese duelo familiar, se suman las recurrentes trabas en los procesos legales que tienen que librar quienes sobreviven a las mujeres asesinadas para que se les haga justicia. El caso de María del Sol no es la excepción.

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Foto: Edwin Hernández

Soledad Jarquín precisa que desde antes de la pandemia quedó pendiente una audiencia, en la que se presentaría uno de los presuntos autores materiales del crimen. No obstante, el recurso legal quedó aplazado y será en próximos días cuando la audiencia se realice de manera virtual; no obstante, la fecha no ha sido fijada.

También desde el inicio de la pandemia Soledad Jarquín no ha tenido ningún acercamiento con Rubén Vasconcelos, el fiscal general y quien lleva la investigación por el asesinato de su hija. Dicha comunicación es vital por el tratamiento del caso, pues mientras la dependencia insiste en tipificar el delito como homicidio calificado, la periodista reitera que éste debe considerarse como feminicidio.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de las 91 muertes violentas de mujeres, sólo 25 han sido tipificadas como feminicidio y 66 como homicidio doloso.

Un dato relevante si se considera que según la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) en Oaxaca la violencia feminicida es mayor a la media nacional y que el estado ocupa el lugar 14 en todo el país por estos crímenes. 

Como defensora, Jarquín Edgar resalta que un feminicidio es un término que implica la responsabilidad del Estado en las muertes violentas de mujeres, pues incumple la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia con la que cuenta Oaxaca desde 2007.

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Foto: Edwin Hernández

“No sólo es el caso de María del Sol, son cientos que no están siendo considerados como feminicidios, muchos de ellos, incluso, se hacen pasar como suicidios. Es un asunto político. Considerar a los feminicidios como tal es reconocer las omisiones y responsabilidades del Estado”, dice.

En el proceso que enfrenta por la muerte de su hija, se fijaron sanciones a través del Tribunal Electoral contra los funcionarios que obligaron a María del Sol a estar en el lugar donde sucedió el ataque; no obstante, hasta hoy, las sanciones no se han cobrado.

Además se inició una carpeta de investigación por el delito de robo, tras la desaparición del equipo de cómputo y fotográfico de María del Sol Cruz Jarquín, donde guardaba evidencia del trabajo que le había obligado a cubrir  el entonces titular de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), Francisco Montero, como parte del equipo de campaña de su hermano, Hageo.

Pese a las injusticias, la familia Jarquín recuerda a María como la mujer alegre que fue. Este año, por las medidas preventivas ante la pandemia, no será posible visitar la tumba donde posan los restos de la joven, que durante los dos años anteriores, en ésta, su época del año predilecta, reunió a familiares y amigos en su honor.

No obstante, como lo aprendió desde niña, María del Sol será recordada por quienes la aman y se niegan a aprender a vivir sin que llegue la justicia por su feminicidio.

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