Lanzan libro para honrar a la grana cochinilla

Para honrar un tinte prehispánico oaxaqueño la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), editó el libro “Tlapanochestli y el ancestral oro carmín de Oaxaca”, en cuyas páginas se cuenta la historia de la grana cochinilla, su  técnica y su influencia cultural.

A cargo del escritor Cuauhtémoc Peña Vásquez, la edición del libro cuenta con información recopilada por Manuel Loera, del Centro para la Difusión del Conocimiento de la Grana Cochinilla Tlapanochestli A.C., ubicado en el municipio de San Bartolo Coyotepec, así como de otros colaboradores.

Entendida como una herencia oaxaqueña, la obra busca "reinvindicar la valía que tuvo y aún tiene la grana como opción económica y práctica cultural" explicó  la titular de la Seculta, Adriana Aguilar Escobar en la presentación del libro en el el Museo de los Pintores Oaxaqueños (Mupo).

En las páginas de la obra se hace énfasis en el origen nacional de este pigmento, el cual es abundante en algunas regiones de Oaxaca, producto que históricamente logró notoriedad gracias al intenso comercio entre América y Europa, el mismo que mantuvo su valor prácticamente en toda la etapa colonial, cuando se le conocía como “carmín mexicano”.

La cochinilla es un insecto que se alimenta de los nopales y de cuya trituración se obtiene un purpura intenso. 

El libro en realidad se trata de una reedición que incluye nuevo material fotográfico de Jorge Martínez y Manuel Jiménez, así como la colaboración de artesanos de Teotitlán del Valle y material del Archivo Histórico del Estado de Oaxaca.

Entre las nuevas imágenes que incluye la obra destaca una sección dedicada a la plástica, donde se expone el trabajo del pintor oaxaqueño Alejandro Martínez, quien desde hace once años ha dedicado su trabajo a la promoción de este pigmento. 

"La idea surgió de una amigo fotógrafo, Manuel Jiménez, quien buscaba actualizar la parte visual, me invitó porque sabe que yo he ondeado esa bandera, le vi futuro a esa técnica y ese tinte pigmentario", explicó el artista plástico.  

"Más allá de que se vuelva una moda, trabajar con grana es volver a ese origen, a volver a retomar los tintes usados en la época de los artistas del Renacimiento, que podían hacer sus colores al momento de utilizarlas. Se da la parte ecológica, se da el boom de los tintes naturales y es volver a este oro carmín que se quedo olvidado por muchos años, siglos incluso. Ahora se busca darle un protagonismo". sostuvo el pintor.