A los 64 años, la enfermera María del Rosario venció al Covid-19, tras 50 días con apoyo ventilatorio

Cuenta lo difícil que es superar la enfermedad y el sacrificio del personal de salud, tras lo cual reafirmó su vocación

A los 64 años, la enfermera María del Rosario venció al Covid-19, tras 50 días con apoyo ventilatorio
Foto: Cortesía
Sociedad 06/10/2020 10:54 Christian Jiménez Oaxaca Actualizada 11:42

Oaxaca de Juárez.— La noche del 26 de abril, María del Rosario Euresti García sintió la primera fiebre. A la mañana siguiente, se  aplicó las pruebas que confirmaron el diagnóstico: Covid-19. Cuatro días después, con dificultades para respirar, fue internada  en el Hospital General de Zona No.1 (HGZ) “Demetrio Mayoral Pardo”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). 

María del Rosario es una enfermera de 64 años para quien servir a la población y cuidar de la salud de otros  es un deber que asumió desde hace varias décadas, cuando decidió dedicarse a esta profesión, la misma que, asegura, le ha traído grandes satisfacciones y luchas personales. La más reciente, vencer a esta enfermedad.  

Al igual que María del Rosario, información  de los  Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) señala  que hasta el 5 de octubre, de los 17 mil 513 contagios de coronavirus que se  acumularon en la entidad, 15 mil 455 personas se habían recuperado satisfactoriamente y mil 475 habían fallecido.

La batalla, cuenta la enfermera a EL UNIVERSAL, no es fácil  y,  en su caso, significó dos meses de estado crítico y con soporte ventilatorio. 

“Perdí la noción del tiempo en cuanto entré, ya no supe cuántos días pasaron, creo que dos o tres meses. Cuando el doctor del IMSS me dijo que me tenía que intubar, mi pareja y yo dimos el consentimiento y luego de ahí pasé casi dos meses así”, relata en entrevista. 

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Foto: Cortesía

Además de ser trabajadora de la salud, María del Rosario es madre de dos hijos. Pensando en ellos,  narra que lo que se vive en las áreas médicas de atención del nuevo coronavirus no es fácil para nadie:  ni para las familias  ni para los trabajadores o pacientes, puesto que el protocolo indica que tienen que permanecer aislados y,  durante ese lapso, únicamente los trabajadores sanitarios pueden tener contacto con ellos.

Pese a estar considerada como población de riesgo por su edad, María del Rosario relata que contrajo el virus al atender a pacientes con esta enfermedad en un laboratorio particular.

Sin embargo, no pudo advertir su diagnóstico,  por lo que continuó sus labores con regularidad  hasta que comenzó a presentar fiebre aquella noche de abril.  

Como ella, de acuerdo con el reporte de los SSO, un total de 2 mil 668 trabajadores de la salud han contraído el virus en Oaxaca: 807 casos se han reportado en personal médico; mil 66, en el de enfermería,  y 795 en otros departamentos. 

La lucha de María del Rosario contra el Covid-19 se extendió a  más de 50 días de hospitalización, por lo que  su hija, quien  vive en la Ciudad de México, tuvo que desplazarse a Oaxaca  para sus cuidados, hasta que fue dada de alta el pasado 19 de junio. 

“Cuando desperté, yo no podía mover ni un sólo dedo, para mí fue muy difícil esta experiencia, porque soy muy activa, toda mi vida he trabajado y  no poder hacer nada  es incómodo”, cuenta la enfermera. 

El reporte médico dice que, actualmente,  María del Rosario permanece sin oxígeno y se encuentra neurológicamente íntegra, con signos vitales estables y saturación de oxígeno de 95% en tórax y abdomen, sin complicaciones. El panorama es alentador. 

Sin embargo,  será hasta que el doctor a cargo de su caso lo autorice cuando pueda retomar la cotidianidad de las labores de su profesión, una que,  tras esta experiencia,  está más que convencida de que se trata de su  vocación.

“Estoy muy agradecida por la atención que tuve en el IMSS, en especial con los médicos y enfermeras.  Recuerdo a Toñita, la enfermera que me cuidaba y hasta me cantaba”, recuerda.

Luego de haber salido del hospital, la mujer reconoce la labor de quienes colaboraron para que fuera dada de alta y, poco a poco,  recupere su salud: “La verdad muchos me felicitaron porque luché  mucho para ganar esta batalla y lo único que puedo decir es gracias a Dios  y a los doctores y enfermeras que pusieron todo su esfuerzo para que yo esté aquí viva”.

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