Según las cifras del grupo, el caso se considera entre las 482 mujeres y niñas que han sido asesinadas de manera violenta durante la actual administración estatal.
“Es una indignante muestra del nivel de violencia machista y la misoginia que persisten en Oaxaca”, reitera la organización.

Forto: Mario Arturo Martínez
Casos como éste, añade, son prácticas discriminatorias, actos de violencia que se materializan en crímenes de odio, graves violaciones a los derechos humanos por motivos relacionados a la orientación sexual, la identidad o expresión de género de las víctimas, deben ser erradicadas de nuestra sociedad a través de políticas públicas de inclusión que reconozcan los derechos a la diversidad sexual y de género.
“Geovanna, desde su expresión de ser mujer, es una víctima más de las omisiones y negligencias de la Fiscalía Estatal, ya que fue reportada como desaparecida a la Unidad de Búsqueda de Personas no Localizadas, pero no lograron encontrarla con vida”, denunció.
Al igual que en el caso de Geovanna, en 25% de los casos de mujeres asesinadas en lo que va del año en Oaxaca, los cuerpos son abandonados en lotes baldíos, barrancos, poblados solitarios, caminos de terracería, en el basurero, en fosas clandestinas o, como en este caso en una presa, lo cual, a decir de la organización, “representa una deshumanización de su cuerpo y por lo tanto debe considerarse como un transfeminicidio”, puntualiza.

Foto: Mario Arturo Martínez
“Como GESMujer manifestamos nuestra indignación por este crimen de odio y en ese sentido demandamos que sea investigado bajo el protocolo de feminicidio, pues urge que se implementen investigaciones que lleven a la sanción ante asesinatos violentos por orientación de género”, señalan.
Tras el hallazgo del cuerpo de Geovanna se informó del asesinato de Sherlyn, otra mujer trans, en la capital del estado; ante ello, colectivos de personas trans marcharon y se pronunciaron a través de las redes para exigir justicia.