La noticia conmovió al país. María Elena, una joven saxofonista originaria de Huajuapan de León, Oaxaca, fue atacada con ácido hace más de tres meses, mismo tiempo en el que estuvo internada en el Hospital Civil Aurelio Valdivieso de la capital oaxaqueña. Tiene 26 años. Está grave. No se ha hecho justicia.
A raíz de la noticia publicada por El UNIVERSAL, la sociedad ha pedido, incluso en plataformas como Change.org, que haya respuesta por parte de las autoridades, ya que la familia ha sido amenazada y hasta ahora, nadie ha sido detenido. Ayer se dio a conocer que la joven música sería trasladada a la ciudad de México para continuar con su tratamiento.
 
Tras lo ocurrido, artistas oaxaqueñas han externado su indignación, entre ellas la rapera Mare Advertencia Lirika, las cantantes Natalia Cruz, Ana Díaz y la soprano Patricia Trujano-Granados.
 

“Me parece terrible el ataque sufrido por la compañera música. Es enorme el trabajo que todavía hay que hacer para erradicar la violencia hacia las mujeres por nuestra condición de género. Pero lo que me parece más grave es que si María Elena identificó a su agresor, no se haya procedido para hacer justicia. Ya hemos sido testigos de las funestas consecuencias de proteger a feminicidas por tratarse de personas con influencia económica y política. Por desgracia el daño que le causaron a María Elena es irreparable y tendrá secuelas de por vida. Pero justicia se debe y tiene que hacer. Mi entera solidaridad con María Elena, como mujer y como artista”. dijo a EL UNIVERSAL.

Deben castigar a quien le quitó su salud, sus ilusiones y sueños: Patricia Trujano-Granados

A la soprano originaria de Huajuapan de León, Patricia Trujano-Granados, le llegó la noticia hasta Viena, donde reside por su labor artística. Ella se mostró profundamente indignada por la situación de su paisana.

“A mí no me importa si el caso de María Elena Ríos es político y tiene fines que involucran a gente muy importante, a mí lo que mi importa es sólo una cosa: JUSTICIA para  María Elena. Era una jovencita  que tenía una vida brillante por delante, una belleza inexplicable y un talento musical maravilloso. Haberle rociado ácido en su cara y cuerpo fe una señal de que alguien no la quería  matar, no, eso no, lo que quería esta persona era dejarle cicatrices de por vida, deformarla, quería quitarle su identidad. ¿Pero saben qué? aunque ella sigue viva, ella está muerta en vida porque le han arrebatado su salud, sus ilusiones, sus sueños, su razón de vivir y esto tiene que ser castigado”.
La artista reprobó que en estos tres meses no se le haya trasladado a un mejor hospital donde pudiera recibir el tratamiento adecuado o incluso al extranjero. También subió un video a redes sociales compartiendo su postura ante el caso.

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