De acuerdo con el enlace operativo de este programa en Oaxaca, Israel García, en los municipios donde los estudiantes carecen del acceso a Internet y a redes sociales, las actividades se enviaron físicamente a través de las autoridades municipales; mientras que los comités de contraloría social se encargaban de recoger las evidencias, con el fin de verificar los avances.
“Se les enseña la iniciación artística para que ellos vayan descubriendo lo que les gusta, desde el aprendizaje de la lengua indígena, la danza, la pintura al óleo y otras técnicas, la elaboración de artesanías y la literatura”, afirmó.
Actualmente el programa se implementa en 17 municipios de las ocho regiones del estado de Oaxaca, con más de 800 beneficiarios entre niños, niñas y jóvenes. Las clases se desarrollan en municipios de alta y muy alta marginación, así como en cabeceras distritales como Huajuapan de León, Tlaxiaco, Salina Cruz, Juchitán, entre otros.
Sin embargo, a partir de la pandemia por coronavirus y que las clases se ofrecen de manera virtual, a distancia, la población beneficiaria es fluctuante porque hay niños a los que no les permitieron continuar con las actividades por temor al nuevo virus, mientras que otros cambiaron de domicilio temporalmente para pasar la contingencia sanitaria, o por su situación económica.
“Aún con la pandemia se ha podido atender a la población de alta y muy alta marginación como en los municipios de San Simón Zahuatlán y Santos Reyes Yucuná, las dos poblaciones consideradas como las que tienen mayor índice de pobreza y pobreza extrema en el país”, finaliza Israel García.