Cultura triqui conquista París con textiles
El muralista oaxaqueño Joel Merino pone en alto las tradiciones indígenas de México con exposición de arte en Europa
Texto: Perla Sánchez
Enfundado en su traje tradicional de los pueblos triquis y con los huaraches que le regaló su padre, Joel Merino, el pintor nacido en Oaxaca pero avecindado en Querétaro, es recibido en París, Francia, con una gran fiesta organizada por la comunidad mexicana.
Se han reunido en la Maison de M.A.I. para la inauguración de su nueva exposición Niman’a, que significa: “Corazón” en la lengua triqui.
La exposición se compone de huipiles que el artesano ha tejido con el corazón y que se exponen por primera vez en Europa. Adornados con motivos personales y bordados con detalles que impresionan las pupilas de los franceses, Merino ha invertido meses en la creación de estas piezas, algunas otras pertenecen a su familia desde hace muchos años.
La exposición Niman’a está compuesta por textiles, pinturas y fotografías que hacen referencia a su pueblo San Juan Copala, en Oaxaca.
A través de la exposición de estos textiles, los visitantes podrán hacer un viaje por México; amor y tradición hecho artesanía es lo que acompaña al oaxaqueño en el continente europeo.
La Maison de M.A.I. es un lugar de difusión cultural que invita a Merino por segunda vez a exponer y hacer difusión del legado de la diversidad de los pueblos indígenas de México.
El pintor cofundador del Festival de Resistencia de los Pueblos Indígenas (Ferpo) y miembro de la asociación de Artistas Indígenas Triquis Tinujei, en Querétaro, planea quedarse hasta noviembre en el viejo continente, pues realizará una gira por Francia, Italia, Bélgica y Alemania. Merino ha llegado a París con la frente en alto y sin ningún apoyo gubernamental.
Para introducir la cultura triqui a los franceses, el muralista internacional también inaugura el Callejón de Merino, pasillo de murales de niños que tienen el sello del artista en cada trazo, color y rasgos. Estos se quedarán de manera permanente en el barrio número 10 de París.
“Vengo de un pueblo luchador y estoy orgulloso de quiénes somos, venir a exponer las artesanías de mi comunidad a París y llevarlas a Italia, Alemania y Bélgica es un logro de todos mis hermanos”, confiesa el pintor.