La marimba extraña al científico zapoteca acusado de espía
En el 2016 Héctor realizó gestiones para que los niños de la agrupación de marimba Perlas y Diamantes tocaran en Singapur.

El mensaje solidario de los niños es contundente: “El grupo de marimba de primera y segunda generación apoyamos al doctor Héctor Cabrera Fuentes”, dice el breve texto posteado el 19 de febrero en la cuenta de Marimba Perlas y Diamantes de El Espinal.
“Hoy, los chicos están consternados y nadie puede creer en las acusaciones”, refiere la coordinadora musical Yamileth Toledo Ulloa.
Curiosamente, la relación entre Héctor y la marimba no nació en El Espinal, una ciudad de unos 8 mil habitantes, de acuerdo con datos de 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y que se ubica en el Istmo de Tehuantepec.
El primer encuentro fue en Alemania, cuando la primera generación de Perlas y Diamantes fue invitada a una gira por Francia, Alemania, Bélgica y Suiza, en el año 2014, recuerda Yamileth Toledo Ulloa. Desde entonces, el vínculo fue cada vez más estrecho, como de familia, a pesar de la distancia, la diferencia de edades y la condición de científico del especialista en Microbiología.
En 2016, Fascinado por los niños de la primera generación de la marimba —que llegaron a tener un repertorio de más de 40 piezas musicales—, Héctor gestionó una presentación en Singapur, donde el científico trabajaba en la Universidad Nacional.
“No fue fácil, el viaje por persona cuesta arriba de los 120 mil pesos y tuvimos que pedir el apoyo de algunas fundaciones y del gobierno municipal. Desde entonces, para nosotros Héctor fue un gran promotor y enlace”, señala Yamilet.
Él no financiaba a la marimba, aclara la coordinadora musical, que se creó en 2012 y tuvo su primera presentación un año después: “Cada vez que llegaba a El Espinal, siempre se reunía con los chicos y los motivaba con frases de que todo es posible en la vida”, dice.
Los niños de la primera generación de Perlas y Diamantes, que ahora son alumnos del bachillerato, algunos integran la asociación civil Por Oaxaca Más Investigadores, que el científico alentó para su creación en 2016, señala el alcalde espinaleño, Hazael Matus Toledo.
“En sus visitas, [Héctor] me pedía que invitara a los alumnos más destacados de las primarias y secundarias a mi casa o a la suya... Hablaba con ellos, les daba clases de motivación. Les decía que se fijaran en su ejemplo de estudio, que era un niño que iba a cortar mangos en los ranchos cercanos y que, años más tarde, en cuatro meses aprendió a hablar ruso y después varios idiomas, como inglés y alemán.
“Héctor me dijo que no quería ser un médico general, me aseguró que él quería ser microbiólogo, pero esa carrera sólo se ofrecía en Rusia. Se preparó en una universidad de Puebla, ganó la beca, aprendió ruso y se fue allá”, dice el edil.
En su tierra natal, todos lo recordaban como alumno de la primaria Abraham Castellanos, en la Tercera Sección.
Después, se fue a estudiar la secundaria en la escuela José María Yermo Parres, de Asunción Ixtaltepec, tierra de su padre, y acudió al Bachillerato Tecnológico de Ciudad Ixtepec.
En diciembre del año pasado, el alcalde confiesa que tuvo la última conversación personal con el científico en la capital oaxaqueña.
“Hablamos sobre los proyectos que empezamos a trabajar desde el año 2016, cuando me dijo que debería incursionar en la política, para facilitar que todas esas ideas aterrizaran en El Espinal”, recuerda.
Durante una de esas conversaciones, recuerda el también médico Matus Toledo, “me convenció para buscar la presidencia del pueblo. En 2016, lo intenté como candidato del partido estatal Unidad Popular, aunque perdí”.
Más tarde, con el triunfo en la presidencia municipal, explica que reiniciaron los propósitos del científico para impulsar los primeros cinco centros de investigación para convertir a su comunidad zapoteca en un punto del desarrollo del conocimiento, en el marco del impulso del Corredor Interoceánico.
“El entonces titular del plan transístmico, que ahora es el Corredor Interoceánico, Rafael Marín, me preguntó qué proyecto de inversión privada queríamos. Le dije que sólo queríamos apoyo para impulsar los centros de investigación”.
Explica que a la fecha siguen los trabajos comprometidos para iniciar la construcción de los cincos centros de investigación de salud y vida, sismología, materiales de construcción, energía renovable e investigación y logística.
“Son proyectos en los que están involucradas universidades como la UNAM, el IPN y el Tec de Monterrey. Tenemos 42 hectáreas listas para los centros y esperamos que en este año empiecen”, asegura.
Mientras tanto, en una vivienda ubicada cercana al palacio municipal, el joven Yoel Matus Toledo resguarda con celo las marimbas de Perlas y Diamantes.
Yoel formó parte de la primera generación y ahora es el nuevo maestro de la segunda generación. “Aprendió bien de sus maestros Ángel Matus y Sotero Ruiz”, comenta orgullosa su madre.