Lanzan campaña #DalesChamba para salvar ingredientes tradicionales

Impulsa la producción de 64 variedades de chile, 50 de frijol y 15 de calabaza a nivel nacional, cuya cosecha esté en riesgo por el cambio climático.

Foto: Edwin Hernández. EL UNIVERSAL
Sociedad 18/08/2019 11:00 Isela Hinojoza Ciudad de México Actualizada 11:04

Los efectos del cambio climático cada vez cobran más fuerza e incluso atentan contra nuestra cultura, tradiciones e identidad, un ejemplo de ello es la posibilidad de perder uno de los platillos más emblemáticos de los oaxaqueños: el mole negro, debido a que su principal ingrediente, el chile chilhuacle, se encuentra en riesgo de extinción ante la alteracion de las condiciones climáticas que ha enfrentado la Cañada en los últimos años, única región en el mundo donde nace este chile.

Así lo advierte Félix Martínez, uno de los últimos productores del chilhuacle, quien se dice preocupado porque la producción de este chile siga en decaía ante sus esfuerzos por impulsar su resurgimiento.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el productor señala que de 2005 en adelante se han notado los cambios de clima más drásticos en la región, como un aumento de la temperatura y la llegada tardía de las lluvias, lo que ha provocado pérdidas en las cosechas.

“El cambio climático ha influido en la problemática de la producción... antes las condiciones del clima eran estables”, señala. Félix agrega que las altas temperaturas, “que han alcanzado los 50 grados”, también propician un aumento en la presencia de plagas, otra de las principales amenazas.

Les dan chamba

 Como una forma de hacer frente a la posible extinción del chilhuacle, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) lanzó la campaña #DalesChamba, con la cual busca impulsar la producción de 64 variedades de chile, 50 de frijol y 15 de calabaza a nivel nacional, cuya cosecha esté en riesgo por el cambio climático.

Para llevar a cabo esta campaña se invitó a cocineros tradicionales y chefs reconocidos, para ser los portavoces    que, por medio de la gastronomía, difundan la importancia de los ingredientes para la preservación de los platillos tradicionales de la cocina mexicana. En el caso de Oaxaca la elegida fue Mayra Mariscal, que impulsa el mole del chile chilchuacle. 

Actualmente, Félix, Mayra y su familia producen el chilhuacle en 3 mil metros cuadrados, que genera una cosecha de una tonelada al año.

Señala que ante la intervención de WWF, analizan unir esfuerzos para lograr una producción más sustentable y analiza, a futuro, la transición a una producción orgánica.

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