“La Clase G se mantiene fiel a sí misma desde hace más de 30 años: gracias a su estructura básica genial y prácticamente indestructible se ha convertido en un modelo de culto. Al mismo tiempo, una evolución permanente asegura su liderazgo en el segmento de los todoterreno”, señala.

Este viernes, a través de sus redes sociales, el taller dio a conocer que el sueño se hizo realidad y mostró el trabajo final en la camioneta, cuya intervención se realizó en “la cuna de los alebrijes”; desde hace dos días, el proceso de trabajo es compartido por la marca Mercedes Benz en sus cuentas oficiales.
En los testimonios del proceso, los maestros artesanos Jacobo y María Ángeles, se muestran orgullosos de la cultura que han llevado a escenarios internacionales, entre éstos, El Vaticano, donde presentaron un nacimiento al estilo de Tilcajete. En próximas fechas, el trabajo de los oaxaqueños dará un siguiente paso en su expansión, pues sus piezas serán presentadas en El Palacio de Hierro, en Polanco en la Ciudad de México.

La reciente intervención de la mano de Mercedes Benz ha maravillado a propios y extraños. La camioneta “viste” franjas y formas coloridas que distinguen el trabajo del taller oaxaqueño. La “magia” que imprimieron los artesanos, en un trabajo que se realizó totalmente a mano, puede ser vista desde las alturas, pues las formas e iconografía que usaron, da un efecto 3D a la superficie metálica.
Jacobo y María Ángeles incorporaron la iconografía zapoteca a sus alebrijes en el año de 1998, tomando inspiración, según sus propias palabras, de la cultura nativo-americana, respetando el color natural y símbolos como códices, hoy, el estilo se ha convertido en la firma distintiva de su taller.