Yogui y Rayas, estrellas del Circo del Oso Ruso, reciben donaciones para enfrentar la pandemia

Desde que comenzó la emergencia sanitaria por Covid-19 en Oaxaca, el Circo del Oso Ruso de la familia Ibarra Meraz se encuentra varado en el fraccionamiento La Esmeralda, en San Pablo Etla. Tras la cancelación de sus funciones y las restricciones de movilidad anunciadas para evitar contagios, vecinos y gente de otras comunidades se han organizado para brindarles ayuda, como muestra de solidaridad.

El pasado 12 de abril, EL UNIVERSAL dio a conocer la historia de este circo de tradición familiar, en la que además de la manutención de los artistas, la renta del terreno que ocupan, y sus deudas, hay dos de sus miembros en particular que forman parte de su preocupación: Yogui y Rayas, un oso americano y un tigre, quienes aun cuando ya no son parte del show desde hace varios años, los dueños del circo los cuidan como parte de su familia.

A partir de la difusión de esta historia y la organización de la gente a través de las redes sociales, la asociación civil “Garras y Patas, conectando amor A.C.” informó que este lunes el Circo Oso Ruso recibió cajas de bolillos, manzanas, zanahorias, aproximadamente más de 20 kilos de pollo, y mucha miel, en apoyo a la manutención de Rayas y Yogui; además de un donativo en efectivo para la familia.

Asimismo, aclararon que además de gratitud, “los dueños del circo también lamentan la información falsa que ha estado circulando, como que los animales están desnutridos o maltratados.”

Tal como se informó en este medio, ambos animales ya no participan en el espectáculo desde que se prohibió por una reforma a la Ley General de Vida Silvestre aprobada hace tres años en la Cámara de Diputados federal.

Para detener la difusión de información falsa, la asociación civil considera importante hacer de conocimiento público algunos puntos de esta Ley, para entender la situación de Yogui y Rayas. El primero es en que a partir de esta legislación, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) exhortó a los circos a presentarles una base de datos que incluyera el número y características de los ejemplares de animales salvajes que poseyeran.

Estas bases de datos se pusieron a disposición de los zoológicos del país para que pudieran seleccionar a los ejemplares susceptibles de ser integrados a sus colecciones.

Incluso, en caso de que no pudieran atender a las especies de vida silvestres, estos podían ser entregados por sus poseedores a los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre de la SEMARNAT, o venderlos a algún coleccionista.

Por otra parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dio a conocer que los cirqueros pueden tener en su propiedad a los animales salvajes, pero sin usarlos en sus espectáculos, bajo condiciones de correcta manutención.

Por ello, desde hace más de cinco años Yogui y Rayas forman parte de la familia Ibarra Meraz. 

De acuerdo con la asociación civil, “el oso está libre la mayor parte del tiempo y el dueño del circo pretende construirle una jaula mucho más grande al tigre, con un costo de $70,000 aproximadamente, para mayor comodidad del animal, cuando todo esto pase.”

También destacan que estos animales no pueden ser regresados a su entorno natural pues no sobrevivirían, ya que toda su vida han estado en contacto con el hombre y su misma especie los mataría; tampoco es viable donarlos a zoológicos, pues éstos también carecen de recursos para mantenerlos. Por ello, congratulan la solidaridad de la gente como la mejor forma de ayudarles.