Impulso: Chontales estrenan biblioteca
Libros donados llegan a niños indígenas, como forma de lucha por la identidad y preservación de su lengua
Como si tuvieran pies propios, alrededor de mil 800 libros llegaron de diferentes lugares, se reunieron en la capital de Oaxaca y recorrieron cerca de 270 kilómetros para subir a las montañas de la Sierra Sur, su objetivo fue reforzar el aprendizaje de los más de 230 niños chontales de la comunidad de San Matías Tepalcatepec que no conocían una biblioteca.
Poder acercar la literatura a los niños indígenas fue una idea que nació de un grupo de voluntariado llamado Lipa Lumawey (Polinizando vidas), el cual fue fundado por Luis Ángel Leodegario Martínez, un joven de 22 años, originario de esta comunidad perteneciente al municipio de Yautepec.
La colecta de libros tuvo lugar con alumnos de la Universidad Regional del Sureste, ubicada en la ciudad del Oaxaca, donde actualmente Luis estudia la carrera de Medicina: “Pasé a los salones de la facultultad y tuve muy buena respuesta de los alumnos y maestros; la colecta fue muy fácil”, comenta.
Mientras los libros se reunían en la capital, Tepalcatepec se preparaba para ser la primera comunidad chontal en tener una biblioteca, tras la aprobación del proyecto por la autoridad comunal, ésta donó una bodega y la comunidad en general participó para pintar y acondicionar el lugar para recibir los libros. Fue inaugurada el pasado 9 de diciembre.
“Una biblioteca tiene una gran importancia. Me sorprendió que personas de la tercera edad que no saben leer les dio curiosidad por entrar. Algunos señores me dijeron: ‘estos libros están muy modernos’... eso se les hizo impactante”, relata Luis.
Además, se hizo un espacio de estimulación temprana, donde las mamás ocupan junto con sus hijos material didáctico, como memoramas o rompecabezas, los cuales también fueron donados. “La idea es evolucionar este espacio en una loudoteca”, resalta el impulsor del proyecto.
Lengua, en riesgo
Tepalcatepec es una de las 16 comunidades chontales de la Sierra Sur, actualmente tiene alrededor de 970 habitantes y, pese a conocer sus raíces y origen etnico, su lengua está en peligro de desaparecer, debido a que la hablan sólo unas 65 personas, comenta Luis.
Explica que la lengua chontal se encuentra en peligro de extinción, debido a que pertenece a una familia lingüística única, “lo que quiere decir que si se pierde ya no hay manera de recuperara, en comparación con otras lenguas que comparten ciertas características”.
“Los abuelos cuentan que cuando llegaron las escuelas públicas les prohibieron hablar el chontal, sólo les enseñaban en español y a base de eso se fue perdiendo (...) Actualmente, la gente que lo habla se siente avergonzada de su lengua, no lo ven como algo con un valor importante”, comenta el joven.
Otro de los objetivos es crear comunidad tanto entre los niños, como en las futuras generaciones
Pero no es lo único que está en riesgo, pues diversos aspectos como la vestimenta, música y algunas tradiciones han ido perdiendo presencia con el tiempo, sobretodo en la nuevas generaciones. Luis reconoce que “los chontales no participan en actividades culturales a nivel estatal”, razón a la que atribuye la pérdida de vestimenta, costumbres y memoria histórica.
Esta situación llevó a Luis a emprender acciones de rescate entre niños y jóvenes, mediante el fomento de actividades culturales, por lo que hace algunos meses abrió un taller de canto con niños de su comunidad, para reforzar el aprendizaje del chontal. Una de las aportaciones del impulsor fue escribir el Himno Nacional en esta lengua.
Asimismo, ha impartido otros talleres con enfoque de paz y cuidado del medio ambiente, siempre resaltando la identidad y la preservación de sus costumbres.
Todas estas actividades derivaron en la apertura de la biblioteca, lo cual no sólo se quedará ahí, sino que se abrirá otra colecta de libros para poder llevar literatura a niños de otras comunidades.
“Quiero que la gente conozca cómo somos los chontales de Oaxaca, cómo vivimos, cuáles son nuestras necesidades y cuales aún tenemos para compartir”, expresa Luis como legado de lucha por su identidad.