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El documento surge, según explicaron, ante la insistente campaña de “posicionamiento” de “personajes ajenos a todo proyecto democrático y de cambio social, ante lo cual advirtieron que no están dispuestos a permitir “que se le ponga precio a su dignidad y convierta nuestra lucha en mercado de votos y clientes”.
El manifiesto está firmado por académicos como Josefina Aranda, Isidoro Yescas; artistas como Víctor Terán e Irmpa pineda, ambos poetas; Rubiseil Santiago, artista plástico; Pedro de Jesús Gonzales, músico, entre otros líderes sociales y dirigentes sindicales.
Según el manifiesto que firmaron, la cualidad ética del candidato o candidata a la gubernatura de Oaxaca debe ser central y además contar con una visión crítica de la realidad; así como ser un oaxaqueño o oaxaqueña “excepcional” frente a quienes “intenten usurpar” el movimiento de la Cuarta Transformación.
De la misma forma plantearon un programa de gobierno democrático y popular que tenga como principios y valores la igualdad y paridad de género y la transparencia con mecanismos participativos que pongan por delante el combate a la corrupción en todas sus manifestaciones.
Y que entre sus principales objetivos se proponga impulsar políticas públicas para abatir la desigualdad y la pobreza que “lacera” a la mayoría de los oaxaqueños y la defensa irrenunciable del patrimonio natural y cultural.
Así como el rechazo a todo tipo de violencia social y feminicida, el castigo a los abusos de poder y despojo de tierras a los pueblos originarios, la recuperación de espacios públicos, la universalización del derecho a la salud y educación pública y “el compromiso de convertir a Oaxaca en una entidad segura mediante la aplicación de programas sociales, fomento del empleo y acciones preventivas para reducir los índices delictivos”.
“En Oaxaca la próxima gubernatura debe dejar de ser una vergüenza vestida sólo del color del dinero, aspiramos a conquistar el poder político por la vía pacífica electoral y desde ésta profundizar la lucha contra el neoliberalismo como principal enemigo del pueblo.
“No queremos ser un destello sino la luz del cambio, no aspiramos a ser compañeros de viaje sino el punto de partida para una profunda transformación del viejo régimen. Es el pueblo que aspira al cambio, no somos ingenuos y no esperamos que de los mismos venga la justicia. La libertad y la democracia será por todos luchada”.
Sostuvieron que el 2022 abre una nueva oportunidad para cambiar por la vía pacífica “el viejo y corrupto orden político impuesto por el PRI”.