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En Oaxaca, existe una generación de niños que no conoce los salones de clases El objetivo era
fomentar la lectura y el aprendizaje a través de la biodanza, de forma lúdica y creativa, recuperando la coherencia entre emoción, cognición y acción, logrando que todos los participantes obtuvieran un equilibro emocional y gusto por la lectura, además de que desarrollaran comprensión de los textos y contextos y, por consiguiente, mejorar su rendimiento académico.
“Los resultados fueron alentadores porque se logró una disminución de jóvenes reprobados por parciales, un ligero incremento por el gusto de la lectura en jóvenes ya lectores y un gran incremento en los que no tenían interés; además, se logró que tuvieran mejor convivencia dentro y fuera del grupo de trabajo y mayor participación en trabajos por equipo y desarrollo de proyectos”.
El resultado, explican, es que demostraron que las
actividadessocioemocionales sí contribuyen a la actividad lectora, explica Blanca Jiménez Guzmán, doctora en Ciencias de la Educación.
Para Minerva, asesora del proyecto, la biodanza es una excelente estrategia que ayuda al alumno a tener
alegría por la vida, pues lo lleva a desarrollar su creatividad.
El proyecto de estas tres mujeres las ha llevado a pisar foros internacionales, como el III Encuentro Latinoamericano de Semilleros, Grupos y Líderes de Investigación que se realizará en septiembre en Panamá.