“Llevamos 19 nueve días, carpetas, folios y papeleo y ninguna clara pista del paradero de nuestra hermana, por eso hacemos esta petición al pueblo de Nochixtlán, para que nos ayuden si tienen cualquier información. En su casa la espera mi madre y su hijo Enrique”.
Las hermanas de Claudia señalaron que la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) hasta el momento no les ha podido dar ningún dato relevante. Además se dijeron inconformes con la forma en la que se lleva la investigación, pues consideran que son erróneos y no llegan a ninguna conclusión ni arrojan información de dónde puede estar.
Por estos hechos, que la Fiscalía de Oaxaca indaga como un delito de “desaparición cometida por particulares”, lo que excluye a funcionarios o agentes del Estado mexicano como presuntos responsables, se emitió una alerta rosa.
“No vamos a parar, es nuestra esperanza (...) partimos del principio de que mi hermana está viva, la queremos viva”.
A este pronunciamiento también se sumó Francisco Avendaño Rodríguez , quien es hermano de Alfonso Avendaño, empresario que, denunciaron, fue mandado a golpear por órdenes de la presidenta municipal, luego de que se le cobró un adeudo por material de ferretería.
“Ese fue el motivo de la molestia de la presidenta municipal, Lizbeth Victoria Huerta, quien ordenó a su guardaespaldas golpearlo salvajemente para después trasladardo a los separos de la policía, donde fue nuevamente golpeado, teniendo como resultado una fractura de cráneo”, narró.
Por estos hechos, agregó el hermano del empresario, se interpuso una demanda por abuso de autoridad ante la FGEO, sin respuesta alguna.
Fue por esta agresión que ese mismo día pobladores de Nochixtlán protestaron aquel 26 de marzo a las 10 de la noche en la explanada municipal, desde donde se presume que se llevaron a Claudia.
Esta queja se suma a los llamados que ha hecho el Parlamento y el gobierno del Reino Unido, pues algunos de sus integrantes han sido convocados a instancias del gobierno mexicano para hacerle manifiesto su preocupación por el caso de Claudia.