La revisión a la baja respecto al dato preliminar estaría explicada por una sorpresa negativa en la industria y la expectativa de un resultado más moderado en los servicios de marzo, comentaron especialistas de Banorte, previo al anuncio oficial.
Los servicios mantuvieron el crecimiento previsto de 1.5%, la tasa más elevada en dos años. La mayoría de los rubros habría avanzado, destacando comercio al menudeo con un aumento de 3.6%; alojamiento y preparación de alimentos, 3.9%; así como transporte, 1.1%, aunque notando cierta debilidad en ventas al mayoreo y servicios gubernamentales.
En el caso de las actividades agropecuarias se observó una contracción de 2.8% en los primeros tres meses del año respecto al periodo inmediato anterior, tasa menor al -3.2% previsto inicialmente, afectadas por algunas condiciones climatológicas adversas y con un efecto de base bastante retador.
El Inegi también dio a conocer los resultados del Indicador Global de Actividad Económica (una especie de PIB mensual). Durante marzo pasado el indicador reportó una contracción mensual de 0.3%, tasa mucho menor al -0.1% previsto en la estimación oportuna.
Como ya sabemos, la producción industrial retrocedió 0.9% en el tercer mes del año, arrastrada por pérdidas en la minería y las manufacturas. Mientras que en los servicios se observó una disminución de 0.1%, con lo que liga dos meses a la baja.
A pesar de la revisión a la baja del total, sigue implicando que la economía tuvo un buen dinamismo al inicio del año. Así, las bases siguen sentadas para un resultado favorable en todo 2023, estimaron los analistas de Banorte.