Llega a Oaxaca caravana de familiares de mujeres asesinadas en Chiapas; buscan audiencia con AMLO
En su paso por la ciudad de Juchitán, externaron su demanda de justicia ante una serie de irregularidades en las investigaciones de las instituciones de procuración de justicia de ese estado, por las que temen que sus casos queden impunes
Juchitán de Zaragoza.— Con sus propios recursos y de lo obtenido en actividades de boteos y rifas, tres familias chiapanecas recorren el estado de Oaxaca exigiendo justicia por sus hijas asesinadas, con la intención de llegar en próximos días al Palacio Nacional en la capital del país y buscar una audiencia con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
La marcha de estas familias provenientes de Chiapas llegó a temprana hora de este martes a Juchitán, quienes planean llegar a la ciudad de Oaxaca para de ahí continuar su ruta hasta la Ciudad de México. En la caravana los acompaña un vehículo en el que se observan mantas con los rostros de las tres víctimas de feminicidio por quienes exigen que sus casos no queden impunes: Paulina Gómez Zenteno, Jade Guadalupe Yuing Gómez y Karla Yesenia Gómez Velasco, cuyos familiares de esta última mujer crearon una fundación que lleva su nombre.
En conferencia de prensa, las familias expusieron todas las anomalías que han documentado en las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía General del Estado de Chiapas ( FGE) , instancia que dictaminó en su momento que dos de las mujeres se suicidaron y dieron por cerrado el caso, mientras que en el caso de Karla Velasco, el proceso contra el presunto responsable de su asesinato se encuentra suspendido "por malas prácticas y burocracia del Poder Judicial de Chiapas."
Frente al palacio municipal de Juchitán, Marycruz Velasco Najera y Manuel Gómez, padres de Karla Yesenia Gómez Velasco, así como Adriana Gómez Martínez, madre de Jade Guadalupe Gómez, externaron sus exigencias de justicia para sus hijas y para la doctora Paulina Gómez Zenteno.
Asimismo, reiteraon que el interés de la caravana que llevan a cabo es exponer en todo su recorrido las malas prácticas de justicia por las instancias chiapanecas, "que no resuelven los casos de feminicidios y buscan a toda costa clasificarlas como homicidios simple, dolosos o disfrazarlos de suicidio", como lo hicieron con Jade Guadalupe Gómez y la doctora Paulina Gómez, para así dar carpetazo y cerrar el caso.
Foto: Roselia Chaca
Karla Yesenia Gómez Velasco tenía 21 años cuando fue asesinada en julio del 2018 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. De acuerdo a las investigaciones, Karla salió a una reunión con su equipo de trabajo para despedirse y no regresó a su casa, fue encontrada atropellada pero con signos de violencia en la colonia Francisco I. Madero , después de la presión mediática de la familia se logró la detención por este crimen a Marvin E. N., a quién se le acusó de homicidio simple intencional y no feminicidio. A casi tres años de su asesinato, la familia teme que el responsable salga libre por las deficiencias en el proceso por parte de la justicia de Chiapas.
Con tan sólo 13 años, Jade Guadalupe era una atleta de alto rendimiento de la disciplina de Judo, y fue encontrada sin vida en las instalaciones del Instituto del Deporte de Chiapas ( Indeporte) el 14 de enero del 2020. Las autoridades de la Fiscalía General de Justicia y de Indeporte informaron a la madre que fue un suicidio y así lo asentaron en las actas, pero una serie de contradicciones y anomalías detectadas en la escena del crimen y en el comportamiento de los compañeros y entrenador de Jade, así como en todo el proceso de investigación, llevó a la familia a dudar del dictamen oficial desde el primer día, y pidieron que se reclasificara como feminicidio y se investigara el caso con perspectiva de género.
Lissette Paulina Gómez Zenteno tenía 34 años cuando fue asesinada el 21 de diciembre de 2019, era doctora en otorrinolaringología, su cuerpo fue encontrado en el techo de un edificio departamental de Tuxtla Gutiérrez, la Fiscalía General del Estado dijo que fue suicidio. De acuerdo con los testimonios de la familia de Paulina, el cuerpo de esta mujer, de profesión doctora, había sido localizado por su pareja Rafael Trujillo Silva , quien supuestamente alguna vez perteneció a una célula del crimen organizado en Michoacán, pero que además había mostrado signos de violencia contra la víctima mientras vivían. A pesar de las pruebas presentadas por la familia el caso no cambió de estatus, se mantuvo como "suicidio".