Marina ignora compromisos asumido por el Corredor Interoceánico con pueblos de Oaxaca como drenaje, viviendas y caminos
Las nuevas autoridades del CIIT también tienen una deuda con los pueblos del Istmo en materia de saneamiento ambiental, producción agroalimentaria y conflicto agrarios, acusan
Juchitán, Oax. - El cambio de mandos civiles a castrenses en la coordinación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), está provocando reclamos de las comunidades debido a la cancelación de compromisos en materia de obras y acciones de ordenamiento territorial, ambiental y de investigación.
A ello hay que agregar las afectaciones provocadas por la pandemia de Covid-19 desde el año 2020, que obligó a la suspensión de las consultas y asambleas comunitarias y también al cambio de gobierno estatal afínales de 2022. Esos factores, señalan representantes sociales, activistas y autoridades, inciden en el surgimiento de protestas en los pueblos istmeños.
El CIIT nació el 14 de junio de 2019, según el decreto publicado en esa fecha en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y su primer director fue el empresario Rafael Marín Mollinedo, quien fue sucedido por el vicealmirante, Raymundo Morales Ángeles, en enero de este año, luego que el Presidente de México dijo que la Secretaría de Marina (Semar), operará el CIIT.
Apenas el pasado 14 de junio, al cumplirse cuatro años de la creación del CIIT y en el marco de las movilizaciones de los pueblos chimalapas, los campesinos del ejido San Juan Guichicovi, que pertenecen al municipio del mismo nombre, bloquearon la carretera Transístmica, reclamando el cumplimiento del CIIT en torno a la construcción de un hospital y un sistema de agua potable.
Justo en la zona norte del Istmo, en diversas comunidades esperan que el CIIT responda a las peticiones que presentaron durante la etapa de consulta convocada en marzo de 2019 por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), como en Paso Real, El Zarzal y Mogoñé Viejo, que pertenecen a San Juan Guichicovi, y les ofrecieron programas de viviendas.
“Al vicealmirante no lo conocemos, no ha venido a dialogar con nosotros y tampoco nos han informado si van a atender nuestras peticiones”, dice el presidente de comuneros de Ciudad Ixtepec, Obeth Ortega Martínez, al referirse al nuevo director del CIIT. “Cuando estaba Rafael Marín Mollinedo, dijo que construirían tres vados y revestirían unos canales laterales de riego”, agrega.
El 8 de febrero de este año, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto por el que expropió poco más de 400 hectáreas de tierras comunales donde se instalará un parque industrial y por las que pagó poco más de 111 millones de peso. “Ni siquiera nos han dicho si vamos a tener fábricas o parques eólicos”, lamenta el líder campesino.
Cuando era presidente municipal de El Espinal, recuerda el exalcalde Hazael Matus Toledo, acudió a Palacio Nacional el 8 de febrero de 2019, donde fue recibido por Marín Mollinedo, con quien suscribió un convenio para crear, sobre una superficie de 35 hectáreas, un centro de investigación en ciencias agroalimentaria, arquitectura sustentable y de estudios sísmicos, entre otras.
Para facilitar los trabajos, dice, su gobierno gestionó la desincorporación de las 35 hectáreas donde operó un ingenio y se le entregó al gobierno de Oaxaca, a favor del CIIT. No hay un sólo avance. ”El proyecto está parado. Me gustaría que ese centro de investigación sea retomado por el gobierno estatal y lo promueva ante las nuevas autoridades del CIIT”, señala.
Las nuevas autoridades del CIIT también tienen una deuda con los pueblos del Istmo en materia de saneamiento ambiental, producción agroalimentaria y conflicto agrarios, destaca el integrante del Comité de Cuenca del Río Las Nutrias o Los Perros, Tomás Chiñas Santiago, quien asegura que entregó en 2019 un plan de recuperación de los espejos de agua contaminados por el drenaje.
“Ese diagnóstico, que reconocía la alta contaminación de la Laguna Superior, que admitía la necesidad de impulsar la siembra del maíz zapalote chico y que colocaba los conflictos agrarios como fuente de inestabilidad social, se lo entregamos al Presidente de México, López Obrador y a Marín Mollinedo. Quedó en el olvido”, acusa.
Para el asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas Torres, el traspaso del mando civil a la Secretaría de Marina está provocando protestas en las comunidades porque no reconoce los compromisos de las anteriores autoridades civiles, y porque los marinos no dialogan.