Mujeres de la sal, una red de atención contra la violencia de género en Oaxaca y el mundo

“La razón principal por la que nos agrupamos fue porque desde 1920 no había sucedido una marcha feminista en Salina Cruz”, cuentan las integrantes de Mujeres de la Sal a EL UNIVERSAL

Mujeres de la sal, una red de atención contra la violencia de género en Oaxaca y el mundo
Foto: Cortesía Evelyn Aguirre
Sociedad 30/06/2021 08:47 Christian Jiménez Oaxaca Actualizada 08:47

Oaxaca de Juárez.-“Hermana, yo te creo”, es la premisa que sostiene el  colectivo feminista Mujeres de la Sal, quienes han asumido la labor no sólo de visibilizar, sino de denunciar y atender la violencia contra las mujeres en Salina Cruz, en el  Istmo. 

En entrevista con EL UNIVERSAL, las integrantes de Mujeres de la Sal recuerdan que la colectiva nació el 12 de marzo de 2020. “La razón principal por la que nos agrupamos fue porque desde 1920 no había sucedido una marcha feminista en Salina Cruz y el año pasado logramos convocarnos para marchar un 8M, después tuvimos la necesidad de conformar un colectivo, pero nunca pensamos que fuera a tomar la fuerza que tiene ahorita”, señalan.

Fue la necesidad de las mujeres salinacrucenses, así como de otras regiones y estados de estar informadas sobre las violencias que continuamente las atraviesan en sus diversos roles, lo que motivó a las mujeres que conforman Mujeres de la Sal, afirman,  quienes ahora brindan acompañamiento, asesoría legal y ayuda sicológica.

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“Nos definimos como una espacia segura”, sostienen. Aunque las mujeres que creen en el proyecto  son consideradas parte de la colectiva,  de manera permanente sólo  tiene tres integrantes.  

Añaden que la situación de violencia para las mujeres en el Istmo de Tehuantepec es grave; pese a ello, han sido educadas para guardar silencio sobre las violencias que viven en su día a día. “Nos acostumbraron a pensar que la ropa sucia se lava en casa y a normalizar la violencia, ese pensamiento nos ha impedido llegar a grupos de mujeres que constantemente son revictimizadas al contar su historia”, dicen.

La permanencia de las mujeres en círculos de violencia, reiteran, les ha costado la vida. “Hemos acompañado pocos casos de Salina Cruz, por la trampa patriarcal que dice que el peor enemigo de una mujer, es otra mujer”, aseguran. El Grupo de Estudios Sobre la Mujer, Rosario Castellanos (GES MUJER) indica que en Oaxaca suman 533 feminicidios en la actual administración, 12 de éstos en el Istmo de Tehuantepec.

El pasado 7 de junio, Guadalupe Abigail fue encontrada muerta en una bodega. El caso de la joven, de 19 años, es preocupante, admiten, pues temen que los violentadores crean que pueden asesinar mujeres y quedar impunes. El de Guadalupe fue el primer caso de feminicidio registrado en Salina Cruz en 2021.  

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Mujeres de la Sal ha detectado decenas de casos de violencia sexual en esta ciudad. “Nos hemos reunido en marchas o en espacios físicos, donde muchísimas mujeres nos han compartido sus historias de abuso sexual, que en su mayoría, sufren desde niñas”, apuntan. 

También es frecuente la violencia física contra las mujeres en esta localidad.

“Acompañamos los casos de manera digital, es un soporte a través de mensajes o llamadas. Sin embargo, contamos con mujeres que nos apoyan en una red en todo el país, México, Latinoamérica, Corea del Sur y Estados Unidos”, detallan.

En el año de trabajo que ha transcurrido, varias mujeres han solicitado contención psicológica ante situaciones de violencia. “En la parte nacional, contamos con el apoyo de una red de abogadas, en la parte internacional nos apoya una abogada para asesorías en California y Los Angeles en Estados Unidos. En Corea del Sur contamos con el apoyo de hospitales de universidades en ese país para mujeres que sufrieron violencia sexual y adquirieron VPH”, precisan.

Durante el proceso electoral acompañaron el caso de una mujer embarazada que sufrió violencia física y sexual por parte de un candidato. Cuando ella estaba lista para contar su historia, después de recibir asesoría legal, fue amenazada y huyó.

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Las activistas cuentan que han sido amenazadas constantemente durante el acompañamiento que brindan. Uno de los casos arrojó pistas de una red de explotación de mujeres que podría tener relación con las más de 800 desapariciones que suman en la entidad.

“Es algo muy doloroso porque la gente, cuando una mujer es asesinada, se indigna, pero no dimensiona lo que hay detrás”. Casos similares, como una red de prostitución, han sido detectados por la colectiva en otros estados.

Recuerdan que cuando comenzaron con el activismo no pensaron verse rebasadas por las historias y casos de violencia que trascendieron ni pensaron en cómo se verían afectadas en lo personal. Eso no les impide continuar su trabajo. 

La colectiva y sus redes trabajan desde el anonimato, factor que consideran indispensable para mantenerse a salvo; sin embargo, lamentan, la violencia de género en todo el país sigue creciendo, por lo que  confían en las redes que se tejen entre las colectivas para cuidarse entre todas:

“Queremos que quienes crean que tienen algo que aportar desde nuestra colectiva se sumen, también queremos contar con recursos suficientes a través de cursos en los que compartiremos nuestros saberes, para poder ayudar a otras mujeres a superar sus violencias”.

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