Mujeres de Oaxaca crearon primera red de recolección de residuos orgánicos para hacer composta
En entrevista con EL UNIVERSAL, el equipo de Hagamos Composta Oaxaca, acota que el proyecto inició en 2017 en Toluca, Estado de México, tras la necesidad de poder llevar a cabo acciones que puedan abonar a la conciencia ambiental de la población
Para generar mayor conciencia sobre los residuos, la manera apropiada de desecharlos y de aprovecharlos, las oaxaqueñas Yanin Robles, Elsa Martínez y Paulina Camacho, se sumaron al proyecto Hagamos Composta, que arrancará la próxima semana en la capital del estado y municipios conurbados.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el equipo de Hagamos Composta Oaxaca, acota que el proyecto inició en 2017 en Toluca, Estado de México, tras la necesidad de poder llevar a cabo acciones que puedan abonar a la conciencia ambiental.
La separación de los residuos es fundamental para éste propósito, sin embargo, en la mayoría de las ciudades mexicanas, los residuos no se separan ni tienen un manejo adecuado. Ante ello, el creador de la iniciativa, Gerardo Montes de Oca, comenzó a recolectar residuos orgánicos en su propia casa y con su familia, luego invitó a conocidos.
Actualmente, Hagamos composta tiene presencia en 13 ciudades de México, así como en Honduras, con una red de más de tres mil familias.
Las oaxaqueñas conocieron acerca de la iniciativa a través de las redes sociales, por lo que comenzaron a seguir las novedades del proyecto. Más tarde propusieron replicar la iniciativa en la entidad.
“Estudiamos carreras afines a las ciencias forestales y en la búsqueda de generar acciones para hacer algo en la parte local, planteamos la posibilidad a Gerardo Montes de Oca, lo que desencadenó que Oaxaca se sumara a la iniciativa”, afirman.
La convocatoria se lanzó en abril, y ésta consiste en que las personas o familias se inscriban a Hagamos Composta a través de las redes sociales, para establecer el contacto con las iniciadoras del proyecto.
Así se conformará una red de hogares a los que las colaboradoras de Hagamos Composta acudirán a entregar botes: uno de cinco litros y otro de 20, donde los interesados depositarán sus desechos orgánicos y, una vez que estén llenos, ellas pasarán a recogerlos para llevarlos al proceso de compostaje.
“La composta es un poco lenta y estará lista aproximadamente cada seis meses, periodo en el que se les entregará el abono que puede ser empleado en cualquier cultivo o jardín”, precisan.
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¿Quién puede formar parte?
Para sumarse a Hagamos composta, no hay características que puedan excluir a quienes deseen colaborar. Sin embargo, por el momento, dadas las capacidades del equipo, prefieren trabajar con personas que generen la capacidad de los botes.
La inscripción para cada persona o familia que desee colaborar y obtener la composta a cambio, tiene un costo de 350 pesos, con los que se podrá financiar el costo de los botes y traslados iniciales; mientras que cada recolección tiene un costo de 70 pesos.
“Los costos cubren los traslados, la limpieza de los botes, la manutención del terreno donde se elabora la composta, así como el mantenimiento y vigilancia de la misma”, añaden.
El proyecto, agregan, es una herramienta para las familias que quieren dar tratamiento a sus residuos pero no tienen los medios o el terreno para evitar que los residuos orgánicos que generan en sus hogares se conviertan en basura.
De la cocina al huerto
Hasta el momento, la iniciativa ha tenido réplica satisfactoria de parte de los habitantes de diversas zonas de la entidad, quienes se han apuntado para formar parte de la primera red de recolección de residuos orgánicos en Oaxaca y la zona conurbada.
Por el momento y, por la distancia que existe entre algunos municipios donde habitan los interesados, Hagamos Composta Oaxaca iniciará operaciones con 30 colaboradores, quienes recibieron sus botes recolectores el pasado 15 de mayo.
Al respecto, puntualizan que la composta que se genera, es una composta caliente, por lo que reciben todo tipo de residuos orgánicos, que incluyen huesos, café, cabello y desperdicios de alimentos de origen orgánico, exceptuando fluidos como sangre u otros que puedan significar algún riesgo sanitario.
Una vez que se entreguen los botes recolectores, cada uno de los inscritos recibirá un manual de cuáles son los residuos idóneos para poder transformarse en composta. “Se hacen las recolecciones en estos botes, porque queremos generar el menor uso de plástico posible, tenemos un cálculo de que por cada uso de los botes, estamos ahorrando por cada uno, cinco bolsas de plástico”, detallan.
La composta que se obtiene es 100% natural, que en apariencia luce como si fuera tierra de monte y es un abono completamente fértil que se puede usar en huertos, jardinería, flores, macetas, pasto o cualquier uso que requiera abono natural.