
“Me inicié con la producción de magueyes hace ocho años. Producir lo que era tobalá, porque vimos que se estaba terminando y ahí inicié con la producción de magueyes. Más adelante empecé a producir otro tipo de magueyes, como el jabalí, el cuish, el madre cuish y otras variedades.

Para ello, dice, buscó a maestros mezcaleros que enseñaran y asesoraran a él y a su familia, porque es una oportunidad de trabajo con la que pueden emplear a más personas y con la cual se convertirá en una actividad con la que pueda subsistir toda su familia.
Miguel Sibaja tiene 39 años y gran parte de su vida ha luchado por destacar las bellezas naturales de su comunidad, con el fin de atraer turismo y que a partir de ahí se generen empleos para los habitantes de esta pequeña localidad. Y, además, es compositor; recientemente registró sus canciones para contar con sus derechos de autor.

Con los recursos naturales de la población construyó una cabaña para hospedar a los visitantes, ofrece recorridos al río y a las grutas, ha incursionado en la producción de tilapias y mojarras en estanques de concreto, y mantiene viva, junto con su familia, la producción artesanal y ancestral de panela.
“Tenemos cinco estanques de cemento en los que estamos produciendo mojarra, la tilapia, también costó un poco de trabajo adaptar la cría porque es una zona que no es fría ni caliente... En la panela hay una pequeña fábrica de panela entre mi papá y mi tío y trabajan la panela cada año, es un dulce natural que no lleva químicos y la gente lo está comprando cada vez más, porque el azúcar es muy dañina y la gente está prefiriendo lo natural”.
Para él, la construcción de su palenque y la producción de su propio mezcal significa mucho, no sólo porque ya han iniciado, sino también porque es donde se va a sustentar la familia completa. Sí se requiere invertir, “pero hay que echarle ganas”.

“Aquí lo importante es tener un buen mercado y es lo más difícil, que haya un buen mercado, y como es un mezcal destilado en ollas de barro, es un poco caro. Aquí a la gente se le hace un poco caro, porque hay mezcales más baratos, el artesanal, que es en alambique, y el que se produce de manera industrial”.
Actualmente, Miguel Sibaja produce entre 100 y 150 litros de mezcal por cada horneada del agave que realiza. Y aunque su palenque tiene una capacidad para hornear tres toneladas, su producción abarca entre 1.5 y dos toneladas. Todavía no tiene una marca de mezcal, por lo que su venta la realiza a granel.

Por eso insiste en que tiene que abrirse mercado: “porque si no abrimos un buen mercado, tenemos el mezcal estancado, entonces tenemos que movernos como en producción, como en venta”, finaliza.