
La cocina, los baños, los lavaderos de ropa y la capilla están perdidas entre decenas de tendederos de los que cuelgan las ropas de los menores y sus padres. Los pasillos y patios están intransitables por cartones donde los migrantes descansan.
“Cancelamos uno de los tres alimentos diarios, el de la cena, porque no tenemos suficiente. Con 600 migrantes preparamos más de 80 kilos de arroz por día, apenamos pagamos la deuda de las tortillas; una persona de Juchitán nos dona todas las tardes 500 bolillos y en las mañanas se forman largas filas en el baño porque el agua no alcanza”, dice el también activista.
“En materia de salud, nuestra preocupación son los niños que llegan anémicos, desnutridos y también velamos por las mujeres embarazadas y los migrantes que sufren accidentes en su traslado. Por fortuna, el Insabi nos envía medicamentos y surte a hospitales de la región”.
Desde 2021, “hemos documentado una política contradictoria del INM que raya en la corrupción y que debe ser desterrada. Por un lado, la Dirección de Regulación Migratoria expide permisos a los migrantes y, por otro lado, la Dirección de Verificación Migratoria se los arrebata y los detiene”.

Bajo ese esquema “contradictorio y corrupto”, acusa, el INM ha convertido a la estación migratoria de Villahermosa, Tabasco, en el mayor centro de confinamiento de migrantes desde 2021, que aún con permisos de tránsito, son detenidos.
En EU, comenta Solalinde, “los republicanos señalan a los migrantes como delincuentes, invasores y utilizan ese discurso de cara a la campaña presidencial de 2024, mientras que los demócratas quieren que México contenga a los migrantes y que les permita esperar en nuestro país. A los migrantes nadie los para. Cueste lo que les cueste, seguirán adelante”, advierte.
Alejandro Solalinde expresa su deseo de reunirse con el gobernador Salomón Jara Cruz para pedirle una fiscalía especial de migrantes en la región del Istmo de Tehuantepec.
Además, dice, “es necesario fortalecer los esquemas de seguridad y de defensa de los derechos humanos de los migrantes. porque el fenómeno de la migración crece y. lamentablemente. es desordenada y está desbordando la vida de los municipios istmeños, donde es común ver a familias completas pidiendo dinero para viajar o comida para resistir”.