Al grito de ¡Qué viva Oaxaca!, ¡que viva la Guelaguetza 2018!, la Diosa Centeótl, Francisca Pérez Bautista, dio inicio hoy a la edición matutina de la Guelaguetza, en el auditorio del mismo nombre que al mediodía lucía abarrotado, con más de 11 mil asistentes.

Mientras tanto, afuera del recinto, a un costado de la carretera, miles de personas no pudieron ingresar a la primera actividad y esperan la segunda edición, a las 17:00 horas. Por primera vez, no hubo protestas de la Sección 22 del SNTE u organizaciones sociales, para intentar boicotear las festividades.

A las 10:00 horas, tras el arribo del gobernador Alejandro Murat; su esposa Ivette Morán; el secretario de Desarrollo Social, Eviel Pérez Magaña, y la secretaria de Cultura, María Cristina García, las danzas comenzaron con la aparición de la delegación de Teotitlán del Valle, con su Danza de la Pluma.

Luego, los sones y jarabes de San Melchor Betaza llenaron de alegría el escenario desde donde volaron ofrendas compartidas de las delegaciones a los espectadores. La lavada y planchada de San Pedro Apóstol que se celebra cada 2 de junio, fue representada por la delegación de San Pedro Tapanatepec, de la región del Istmo; la participación fue ovacionada con aplausos al ritmo de la música típica de la región. 

Más tarde, los sones mazatecos de la Cañada sonaron en el cerro del Fortín: “Flor de liz”, “Flor de naranjo”, “Flor de piña”, “Anillo de oro” y “La paloma”, fueron ejecutados por el grupo representativo de Huautla de Jiménez. 

El espectáculo continuó con la escenificación del segundo día de fandango, a cargo del grupo folclórico de San Antonino Castillo Velasco, que bailó el “Jarabe Del Valle”, misma que además de cautivar con su ritmo y alegría, conquistó paladares al regalar tazas de chocolate caliente a la audiencia. 

Llegó el momento del jarabe chenteño, representado por una joven delegación procedente de San Vicente Coatlán. La elegancia de la vestimenta tehuana fue recibida con una gran ovación; el grupo representativo de Salina Cruz interpretó “Estampas de Salina Cruz” y música tradicional de las velas.

Una boda tacuate, representada por la delegación de Santa María Zacatepec, así como la irrupción de diablos tacuates, llegaron poco después de la mitad de la función. 

Durante la función matutina también se presentaron las delegaciones Tuxtepec, con la infaltable “Flor de Piña”, una de las más aplaudidas del día, para dar paso a Huajuapan de León, cuya delegación interpretó el Jarabe Mixteco, coreado por los asistentes. 

Los diablos de Santiago Llano Grande, la fiesta tehuana y los sones de San Juan Cacahuatepec cautivaron a los presentes, que presenciaron el cierre del evento con la participación de las Chinas Oaxaqueñas.