INAH atora reconstrucción de casas históricas en el Istmo

Dueños de viviendas antiguas, sin permiso para demoler, lo que les impide acceder a recursos de Sedatu

Con tal de no recibir una sanción por parte del INAH, Norma colocó vigas en su vivienda para que sostuvieran las tejas , debido a que se le dificulta llevar a cabo la reconstrucción como se la piden, pues requiere más recurso económico y más tiempo.
Especiales 02/04/2018 17:58 Roselia Chaca Santo Domingo Tehuantepec, Oaxaca Actualizada 17:58

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La casa de Teresa Josefina Jiménez Orozco, en el barrio San Sebastián de Tehuantepec, está marcado con aerosol color  verde con  el número de folio  257-002041 y la palabra “peligro” en rojo; sobre ella está pegado un documento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)  que la cataloga como parte del Programa de Conservación de Vivienda con Valor Patrimonial.

La casa de Teresa tiene 146 años; su tatarabuelo, de oficio orfebre, la construyó en contra esquina de la iglesia de San Sebastián, durante mucho tiempo resistió el deterioro normal del tiempo, hasta el 7 de septiembre cuando el terremoto de 8.2 grados la dejó colapsada e inhabitable.

La casa está dividida en tres, Teresa y sus dos hermanas ocupan cada fracción, por lo que cada una  tiene sus respectivos documentos de propiedad. Una semana después del sismo, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) les otorgó los folios, pero la única que no recibió sus tarjetas del Fonden fue Teresa, bajo el argumento de que la casa principal, la que tiene valor histórico sólo podía recibir un folio, por lo que el beneficio lo obtuvo su hermana.

La respuesta que recibió de Sedatu para no entregar los apoyos de reconstrucción, fue que su folio no era reconocido pues su vivienda era parte de un mismo edificio, aunque dividido. Por esa misma razón el INAH y  la autoridad municipal tampoco pueden avalar los daños e intervenir en la reconstrucción de su vivienda.

 “Ahora, ellos desconocen el folio que me dieron, desconocen que haya venido un funcionario del Fonden, entonces quién puso los números. Ellos no quieren responder, no nos quieren dar el apoyo, a pesar de que ya presentamos los documentos que avalan la separación de la casa y que son independientes”, dice.

Esta situación obligó a movilizar a Teresa y a su hijo ante la Sedatu, en la Ciudad de México, y la dependencia en Oaxaca, el esfuerzo económico y físico que realiza Teresa para solucionar el problema la tienen agotada,  está bajo tratamiento por el cáncer de matriz y su pensión de maestra no le alcanza. Para complicar la situación, ella y la familia de su hijo no pueden habitar el inmueble, debido a que representa un peligro ante los daños en la estructura, pero tampoco lo pueden demoler o intervenir a su gusto porque podrían ser sancionados por el INAH, ya que forma parte de las 205 casas catalogadas como históricas del municipio de Tehuantepec.

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“Ni siquiera mi hermana, que tiene su tarjeta Fonden, puede tocar la casa porque yo no tengo el apoyo. Nosotros no podemos meterle mano porque no estamos registrados”, explica Teresa.

Por espacio de cinco meses, Teresa estuvo viviendo, junto con otras cinco familias, en un campamento de lonas en el parque San Sebastián, frente  a su casa, pero la autoridad municipal los levantó bajo el pretexto de remodelación del espacio público, por lo que  desde hace un mes renta una casita en una colonia popular del pueblo.

A dos casas vive Norma Rodríguez y su familia, su vivienda de más de 100 años es herencia de su esposo; recibió del gobierno federal los 120 mil del Fonden para su reconstrucción, bajo la supervisión del INAH sin modificar la arquitectura, al menos la fachada, y utilizando los mismos tabiques, tejas y madera.

Para Norma fue muy difícil la reconstrucción por el costo, porque la asesoría del INAH iba en el sentido de que  tenía que quitar ladrillo por ladrillo y volver a colocarla otra vez en el mismo lugar, lo que para ella sería perder mucho tiempo y, por consiguiente, el costo se elevaría al doble y no alcanzaría el apoyo.

Así que pasó por alto esa recomendación y sólo respetó la reutilización de las vigas, tablillas y tejas para no recibir la sanción, además de respetar el valor patrimonial, pero el recurso en efectivo sólo alcanzó para una tercera parte de la casa, el resto sigue colapsada y no cuenta con los recursos para la reconstrucción, así que ésta tardará más de lo planeado.

Como las viviendas de Teresa y Norma, otra docenas de casas que rodean la iglesia de San Sebastián están erradas y en espera de su reconstrucción.

De acuerdo al director de Patrimonio Edificado e Interiorizado de  Tehuantepec, Luis Díaz Jiménez, en la ciudad están catalogados 205 inmuebles con valor patrimonial, de los cuales 114 casas ya cuentan con un expediente técnico y han recibido la visita de la brigada de asesoría, los que cuentan con apoyo del Fonden llevan un avance significativo.

La dificultad en Tehuantepec, como en el resto de los municipios afectados, es la escasez y encarecimiento de la mano de obra, por lo que hasta ahora del total del patrimonio 16 inmuebles ya están intervenidos y algunas reciben apoyo de la Fundación Harp Helú.

 

 

 

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