Búsqueda de 7 años tras pista de Israel, joven desaparecido en Oaxaca

Pide sanciones por bloqueo en investigación. No hay acreditación de su asesinato: DDHPO

Carlos Moreno, padre de Israel, duda de las investigaciones y acusa al ex subprocurador, Francisco Vásquez, de falsear información. Foto: Tomada de video
Especiales 12/06/2018 12:05 Juan Carlos Zavala Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 13:31

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Las vacaciones están en puerta y Jesús Israel Moreno ya tiene planeado cómo las pasará y en dónde. Apenas concluyen las clases de su carrera en Geografía que cursaba en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), toma su mochila, echa en ella algo de ropa, dos libros, se despide de sus padres y parte con destino a Oaxaca.

Su plan consistía en pasar unos días en la capital oaxaqueña, recorrer el Centro Histórico, visitar Monte Albán; luego viajar hacia Puerto Escondido, pasar unos días en la playa, ir a la comunidad de Chacahua, y finalmente ir a Mazunte para reunirse con unos amigos; pero a este destino nunca llegó. Desapareció en Chacahua. El ocho de julio de 2011 fue la última ocasión en que su familia tuvo contacto con él.

Sólo inventos

Falta poco más de un mes para que se cumplan siete años de su desaparición en la Costa de Oaxaca y el resultado es un montaje en las investigaciones realizadas por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (ahora Fiscalía General de Oaxaca), “lo que revela una nueva modalidad desaparición forzada”, asegura el abogado Guillermo Naranjo Estrada, coordinador del área de Defensa de Litigio Estratégico en Derechos Humanos – I(dh)eas –.

Carlos Moreno Zamora, padre de Jesús Israel, viaja a la capital del estado para denunciar la desaparición de su hijo. Su intención también era hablar con el entonces procurador Jesús López López --ahora magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado--, quien no lo recibió hasta después de la vigésima vez que lo intentó.

“Cuando me recibe me percato que no tiene ni idea de lo que le estoy hablando. Entonces me dice que no puedo realizar la denuncia aquí, que debe ser en Puerto Escondido y ahí me mandan a Río Grande y de Río Grande a San Pedro Tututepec.

“Levanto la denuncia y mes y medio después me dicen que no han hecho nada porque no tenían dinero para gasolina, inclusive yo alrededor de 15 o 20 días, estuve pagándole la gasolina a los supuestos investigadores que parecía que fueron a pasear”, recuerda.

Cadena de mentiras

Lo que siguió fue una cadena de mentiras, contradicciones y montajes de la ahora Fiscalía General de Oaxaca.

El 8 de septiembre le informan del hallazgo del celular de Israel presuntamente en un basurero. Carlos Moreno lo identifica como propiedad de su hijo, pero en el transcurso de la investigación el celular fue cambiado y en su lugar, presentaron como prueba uno que correspondía al que llevaba Israel y según las declaraciones dos niños en diferentes momentos encontraron el mismo celular y que le cambiaron el chip.

La factura de la compañía de telefonía, la sábana de llamadas y el reporte de geolocalización indican que nunca movieron el chip y que este y el teléfono siempre funcionaron juntos. Para Carlos Moreno, el entonces subprocurador de la Costa, Francisco Javier Vásquez Martínez, fue quien falseó la información y cambió el teléfono celular.

Tres meses después, el 22 de diciembre de 2011, lo citan para darle un avance de la investigación. Le dicen que su hijo fue asesinado por cuatro personas para robarle una tableta Ipad, una cámara fotográfica, su celular y mil pesos en efectivo. Israel no llevaba Ipad ni cámara fotográfica.

“Me dicen que lo matan en la panga, primero lo golpean con los puños y luego con los remos, posteriormente lo apuñalan y lo tiran a la bocabarra”.

Según la Fiscalía de Oaxaca, 10 días después del asesinato unos “tiburoneros” vieron el cuerpo flotando en el mar. Los tiburoneros describieron el cuerpo --el cual no existe o nunca fue recuperado-- como el de una persona de 1.55 metros de estatura, de entre 35 y 40 años de edad, obeso, moreno y calvo. Israel mide 1.72 metros, al momento de su desaparición tenía 20 años de edad, su color de piel es blanca, tiene cabello abundante y rizado. Las pruebas para buscar rastros de sangre en la panga resultaron negativos.

“Cuando me dicen esto yo entro en shock, pero aún con el dolor que estaba sintiendo en ese momento, les digo: pero Israel no llevaba ni Ipad ni cámara y me contestan que los turistas intercambian regalos; pero no es calvo, y me responden que el mar le arranca el cabello a las personas. El médico legisla argumenta una autopsia verbal, lo cual ya es una mentada de madre a la inteligencia humana del más bruto”.

El 6 de enero de 2012, el entonces procurador Jesús López informa de la detención de cuatro presuntos implicados en el asesinato de Israel: Margarito González Domínguez, el conductor de la panga; Irene Méndez Graf, una antropóloga que supuestamente le acompañaba; Honorio Corcuera Noyola y Javier Rodríguez Tapia, quien para Carlos Moreno, es un testigo inducido para inculpar a las otras tres personas.

Guillermo Naranjo asegura que los detenidos por la entonces Procuraduría de Oaxaca fueron víctimas de tortura para obligarlos a aceptar un crimen que nunca cometieron. Dos de los presuntos responsables aceptaron en la averiguación previa su responsabilidad; sin embargo, ante el Juez afirmaron que fueron torturados y esa declaración no se ha corroborado ni investigado. Los otros dos imputados, pese a la tortura, negaron haber visto o conocido a Israel.

La antropóloga Irene Méndez obtuvo su libertad a través de un amparo, que tras ser valorado por un juez, se echó abajo la acusación en su contra.

Por un millón

“Yo digo que Javier Rodríguez Tapia es el testigo inducido de la Procuraduría, porque yo vi cómo se dio un abrazo con el subprocurador de la Costa, como si fueran grandes cuates.

Para cuando se termina el arraigo y se les condena a prisión preventiva, él declara que todo lo que dijo era mentira porque el comandante Juan le ofreció un millón pesos para inculpar a Margarito González e Irene Méndez”, agrega el padre de Israel.

El 24 de junio de 2017, un juez solicita a la Fiscalía de Oaxaca que acreditaran la causa de muerte de Israel y los peritos respondieron en un oficio, que ellos no tenían la manera de acreditarlo y cuando se va con los ministerios públicos, afirman que no tienen pruebas.

En su recomendación 13/2016, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), señala que no hay elementos para poder acreditar que Israel fue asesinado, que es una falsa hipótesis y le instruye a la Fiscalía a elaborar un plan de búsqueda privilegiando un plan de búsqueda y privilegiando todas las líneas de investigación.

También pide que se sancione a los funcionarios que intervinieron en la investigación, que la dañaron, que incurrieron en tortura y que metieron pruebas falsas, como fue la sustracción de un teléfono de Israel y cambiarlo por otro.

El abogado de I(dh)eas, Guillermo Naranjo, manifiesta que el caso de Israel revela una nueva modalidad de desaparición forzada en el país.

Por una parte, explica, las autoridades están ocultando a los verdaderos perpetradores de su desaparición y por otra parte, teniendo la obligación de llevar a cabo la investigación, no lo han hecho.

“Esto porque hay una presunción, reconocida en la jurisprudencia internacional y actualmente así establecida en la Ley General de Desapariciones Forzadas, de la presunción de vida de las personas desaparecidas. Es decir, que las autoridades tienen que presumir la vida de las personas desaparecidas hasta que encuentren elementos fehacientes de lo contrario”.

En este caso, dice, lo que se tiene es que la autoridad intentó ocultar la vida de una persona a través de esta maquinación; pero en un segundo momento, la autoridad conocedora de que la supuesta investigación es un montaje para dar carpetazo a la desaparición de Israel, que los presuntos responsables fueron torturados y que no hay un peritaje que determine causa de muerte, sigue sosteniendo la hipótesis de su muerte y por eso se está negando a buscarlo y está perpetuando su desaparición.

La desaparición de Israel ya fue presentada ante el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y se espera que este año emita un pronunciamiento.

Rubén Vasconcelos Méndez, actual Fiscal de Oaxaca, se comprometió a aceptar la recomendación de la DDHPO y acatarla en sus términos; sin embargo, en la práctica no lo ha hecho. La Defensoría obliga al Fiscal a elaborar un plan de búsqueda; hicieron uno en el que le piden al padre de Israel aportar 80 litros de agua para quienes van a realizar la búsqueda, poner vehículos, agentes investigadores y cuatro ministerios públicos.

“Creo que se equivocaron de ventanilla. En mi opinión esto no es más que un reverendo montaje para darle carpetazo y justificar su ineptitud o solapar a algún grupo delincuencial”, expresa Carlos Moreno.

Guillermo Naranjo insiste en que hay una persona con vida, Israel, que no está siendo buscada. “Estamos poniendo por encima el derecho de la persona viva a ser buscada por cualquier mecanismo e investigación. Entonces esto requiere acciones urgentes y humanitarias”; La Fiscalía de Oaxaca, por su parte, insiste en mantener la hipótesis de que fue asesinado.

 

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