Celebran tradición Samaritana con enfoque ecológico
La festividad consiste en la instalación de puestos adornados en plazas públicas, atrios de iglesias, comercios, escuelas y diversos sitios, en los que se obsequian aguas frescas.
Como cada cuarto viernes de Cuaresma, la ciudad de Oaxaca se vistió de flores y colores para ofrecer a propios y extraños parte de sus tradiciones en el Día de la Samaritana, festejo único en el país en que se regalan aguas de sabores, que en esta ocasión apostó por una perspectiva ecológica.
La festividad consiste en la instalación de puestos adornados en plazas públicas, atrios de iglesias, comercios, escuelas y diversos sitios, en los que se obsequian aguas frescas, de horchata, limón, tamarindo, chilacayota, por mencionar algunos, a fin de rememorar al pasaje bíblico, en donde Jesús le pide agua para beber, de un pozo, a una mujer Samaria.
En Oaxaca, la tradición data del siglo XIX cuando los templos de San Francisco y La Merced, iniciaron por iniciativa de los párrocos a regalar agua a los devotos que asistían a la misa que sucedía tres semanas antes del Viernes de Cuaresma.
Así se ha hecho desde entonces, reproduciendo con papel ilustrado de ladrillos el pozo y, en algunos casos, con personas representando a Jesús y a la mujer que le dio de beber.
Pero en esta ocasión, a través de las redes sociales, ayuntamientos y comercios de la iniciativa privada hicieron un llamado para que los asistentes acudieran con su propio vaso de plástico o vidrio, a fin de evitar generar desechos de plástico o unicel.
La mayoría respondió al llamado, pero para aquellos que olvidaron la instrucción, la delegación folclórica de las “Chinas Oaxaqueñas” regaló vasos de plástico para que completaran el recorrido sin hacer uso de los desechables.
En septiembre del año pasado, una disposición municipal decretó la prohibición de usar artículos desechables en todos los establecimientos expendedores de comida y bebidas de la ciudad de Oaxaca.
La iniciativa explica que tanto el unicel como el poliestileno, no son materiales reciclables y causan daño al medio ambiente.
En el Centro Histórico de la capital, la fiesta comenzó antes del mediodía y duró varias horas, mientras las aguas de sabores como chilacayota, horchata, tamarindo y jamaica, al igual que las nieves de sabores, el tejate y los dulces regionales se agotaban ante la presencia de cientos de personas que con vasos en mano se sumaron a una tradición única.
A las 12:00 horas, el Arzobispo de Antequera, Pedro Vásquez Villalobos, ofreció una homilía por este motivo, en que hubo una representación del pasaje de la Samaritana.
