Prototipos del muro, ya en la línea
La primera fase de construcción de la estructura ya comenzó con la edificación de 8 bardas en la frontera entre Tijuana y San Diego
Alexis llega a la puerta de su casa, un cuarto de madera podrida, con rayones de grafiti en algunas de las paredes, se para frente a la puerta sobre un camino de basura y escombros, y en silencio, le da la espalda a su vivienda. A unos 25 pasos de él ya es Estados Unidos, pero un muro de lámina lo separa de la posibilidad de ese otro país.
Al joven de 23 años apenas se le asoma un bigote bajo su nariz, viste una camisa gris rota, igual que su pantalón, casi hecho harapos. Mantiene su mirada clavada en “el otro lado”, como dicen en el norte del país cuando se trata de territorio estadounidense.
Desde el 26 de septiembre la rutina es la misma. Llega a su casa y se para frente a la puerta para mirar, que a menos de 30 metros de donde vive un puñado de trabajadores estadounidenses construyen los ochos prototipos de lo que, según dijo el presidente estadounidense Donald Trump, será el nuevo muro que refuerce la frontera con México.
Sus ojos se mueven en dirección de los constructores y del movimiento de los muros de prueba. Al cabo de unos segundos escupe una serie de improperios: Ese pinche muro vale madres. Ni ese ni ninguno van a detenernos. Grita al aire mientras levanta un puño cerrado.
Y así es. Según el último reporte de la Patrulla Fronteriza, en los últimos dos años las cifras de migrantes arrestados por elementos de la corporación por cruzar la frontera ilegalmente, en el distrito de San Diego, que colinda con Baja California, disminuyó solamente 1% en el caso de los menores no acompañados, mientras que en el caso de los acompañados por adultos repunto 15%.
Alexis dice que llegó a Tijuana de Guanajuato hace tres meses. Vino porque quiere cruzar hacia Estados Unidos para encontrarse con sus primos y tíos, en Los Ángeles, California. Durante tres años juntó dinero y vendió casi todo lo que tenía en su antiguo hogar para pagar su ingreso a la Unión Americana: 5 mil dólares, cantidad no le fue suficiente, pues ahora los “coyotes” le piden 7 mil 500 dólares para cruzarlo.
Este año, el Congreso de Estados Unidos aprobó un presupuesto de 10 mil millones de dólares para la seguridad de la frontera; mil 600 para construir el muro, y el resto, unos 7 mil, para reforzar la vigilancia con la Patrulla Fronteriza. Y a penas el mes pasado la agencia de Protección de Aduanas y Fronteras anuncio a las empresas que ganaron la licitación para construir el muro en dos categorías: concreto y otros materiales como metal.
Precisamente esos son los prototipos que se están construyen en la línea entre Tijuana y San Diego y que Alexis mira desde su casa. Cada uno es una barda de unos 19 metros. Un monumento de concreto por lo menos nueve veces del tamaño de un hombre que se roba el paisaje.
Prototipos de construcción
Según la cónsul de México en San Diego, Marcela Celorio, la primera fase del proyecto de construcción consiste en levantar ocho prototipos durante uno o dos meses, de los cuales ya están listos cinco: cuatro de concreto y uno más de metal.
Las muestras abarcan tres millas de distancia en la frontera entre Tijuana y San Diego. Aunque, en palabras de la diplomática, esto aún no se trata de la edificación del muro si no “una remodelación de la vaya que ya existe” que iniciará en marzo del próximo año en la zona de Otay Mesa.
“Ellos pueden poner todas las bardas de quieran, pero son pendejadas, de todos modos nos vamos a brincar porque la necesidad es mucha”, concluye Alexis.
