Tras inundación en Tuxtepec, nadie reubicó a las familias afectadas
Damnificados por la tormenta Ramón acusan engaños en la donación del predio y otros recursos
En una vieja casa abandonada con un techo de lámina roída, sin baño, energía eléctrica y sin ningún mueble, Soledad trata de empezar un nuevo hogar para ella y su hija de 15 años. Su vivienda se ubica a varios metros del arroyo de la comunidad Benemérito Juárez, mismo que la dejó sin casa.
A un año de la inundación del 4 de octubre, cuando la tormenta tropical Ramón alimentó la fuerza del arroyo dejando como saldo oficial 40 viviendas dañadas, ninguna de las familias afectadas ha sido reubicada; tampoco han obtenido material suficiente para la reconstrucción como les prometieron autoridades.
Por dicha inundación, se emitió la declaratoria de Emergencia por parte de la Secretaría de Gobernación, pese a ello los damnificados no tuvieron acceso a recursos federales para reconstruir sus viviendas.
Para Soledad Carlos Guadalupe, por ejemplo, la espera por la reubicación ha sido devastadora. Sin tener otro espacio donde ir, la mujer de origen mazateco, de 58 años, se aferró al patrimonio que formó hace 35 años, cuando llegó a la comunidad. Se quedó entre el lodo y el peligro y sólo ruega que no vuelva a llover con tal fuerza.
Este año sus peticiones no han sido escuchadas, pues las crecientes del afluente desmoronaron su pedazo de tierra y hace dos semanas el agua se lo llevó todo. Los restos de su vivienda de tablas y techo de palma penden en una barranca formada por el cauce descontrolado.
Como Soledad, en esta temporada de lluvia algunas familias han migrado al albergue de la comunidad, otras siguen resistiendo en sus casas o con familiares.
Engaño institucional
En octubre de 2017 la Comisión para la Regulación de la Tenencia de la Tierra Urbana del Estado de Oaxaca (Coreturo) entregó a las familias damnificadas certificados de posesión inmobiliaria para la supuesta reubicación y construcción de viviendas en un terreno que hasta el pasado 25 de septiembre aún no era donado.
La agente municipal de Benemérito Juárez, Mayra Sosa Cruz, señala que la Coreturo no ha formalizado la donación de la media hectárea de terreno de uso agrícola y de propiedad privada situada en la parte alta de la localidad.
La autoridad auxiliar indicó que dicho predio es propiedad de su familia y el único beneficio que recibiría del gobierno del estado era el cambio de uso de suelo de otras hectáreas, colindantes a la donada, para convertirla en una pequeña propiedad urbana.
“Es la fecha que no hay respuesta, todo se quedó en trato de palabra. Nadie ha vuelto para verificar el terreno y las dueñas no han firmado ningún tipo de documento que legalice la donación”, apuntó la agente.
La reubicación, precisó, también implicaba para los afectados firmar una carta compromiso en la que reconocían que al terreno que afectó la inundación sólo le darían uso agrícola cuando no fuera temporada de lluvia y que sus viviendas serían demolidas, pues ellos recibirían materiales para edificar las nuevas.
Agregó que el gobierno estatal únicamente dio 40 paquetes de 10 láminas para cada familia, las cuales la autoridad municipal entregó hace dos semanas, pues las había mantenido en resguardo esperando respuestas del gobierno sobre los apoyos restantes.
Por parte de la iniciativa privada, agrega, se logró la donación de 250 tabiques y un viaje de grava para cada familia. Hasta el 25 de septiembre se habían entregado 29 paquetes.
Aunque fue de menor impacto, el desbordamiento del arroyo de hace dos semanas se registró a pesar de la obra de dragado e instalación de tabicones en las paredes que realizó la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los cuales se desprendieron. Dichos trabajos requirieron una inversión de 300 millones de pesos.
Además, la carretera federal 145 Ciudad Alemán-Sayula, que se desgajó hace un año a la altura de esta comunidad, sigue sin ser reparada. En el tramo desgajado de casi 30 metros, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) instaló el 9 de octubre de 2017 un puente provisional de metal que se usaría tres meses.
A casi un año, la dependencia federal sigue sin atender la petición de la reparación de la vialidad, “de esa obra no sabemos nada”, finaliza Sosa Cruz.