Agonizan lenguas originarias en el Istmo: en una década, 24 municipios perdieron hablantes
De acuerdo con el último censo del Inegi, en los últimos diez años han perdido su vitalidad lingüística que se dirigen hacia una lenta extinción, mientras que en otras 19 comunidades eso aumentó levemente
Juchitán de Zaragoza.— Las cinco lenguas originarias que conviven en el Istmo de Tehuantepec: Didxazá (zapoteco), ombeayiüts (huave), zoque, mixe (ayuujk) y chontal, atraviesan una crisis que se extiende a más de 20 municipios, donde en una década se perdieron tantos hablantes que se dirigen hacia una lenta extinción, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística e Información (Inegi).
Mientras en 19 de los 43 municipios del Istmo hubo un ligero aumento en el número de hablantes, en 24 se observa un desplome en el porcentaje, que va de 1% a 30%.
Entre ellos destacan los municipios zapotecos de Unión Hidalgo, Tehuantepec, Matías Romero, Salina Cruz, Santa María y Santo Domingo Petapa, El Espinal, Guevea de Humboldt, Lachiguiri, Comitancillo, Huilotepec, Guienagati, Ixhuatán, Chahuites, Santo Domingo Ingenio, Jalapa, Tlacotepec, Tequisitlán, Laollaga, Reforma de Pineda, San Dionisio del Mar, Guichicovi, Cotzocon, Ixcuintepec.
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De este grupo, algunos como Mixtequilla apenas alcanza 1.5% de hablantes, es decir, de sus 4 mil 690 habitantes, sólo 71 conservan alguna lengua. En Tehuantepec, por ejemplo, de 67 mil 739 habitantes, sólo hay 8% de hablantes del zapoteco. En números totales, este municipio pasó de 5 mil 517 hablantes en 2010, a 5 mil 428 en 2020, todos adultos.
Víctor Cata, lingüista zapoteco, explica que para considerar que una lengua tiene vitalidad, por cada hablante que muere debe de haber dos o tres que lo remplacen, de lo contrario, está condenada a desaparecer si no hay una estrategia agresiva para su recuperación.
“La vitalidad de una lengua se nota en esta fórmula simple y esto no sucede en Tehuantepec o en otros pueblos, como Unión Hidalgo, El Espinal o Ixtepec. Ahí la lengua es de ancianos, a diferencia de de San Blas Atempa o Xadani, donde está muy viva, porque los niños de 3 años la hablan”, dice.
Foto: Roselia Chaca
Según las nuevas cifras del Inegi, otros municipios que muestran bajo porcentaje de hablantes son Zanatepec (1.5%); Ixhuatán, con sólo 716 personas (7.5%); Salina Cruz, donde sólo 3 mil 707 personas de 84 mil 438 habitantes conserva su lengua (4.3%) y Santiago Laollaga, con 300 personas, de 3 mil 361 habitantes, que hablan zapoteco y ayuujk (8.9%).
En contraste, el censo reveló que municipios como Juchitán mostraron una recuperación, pues pasó de 53 mil 226 hablantes en 2010 a 63 mil 800 en 2020, es decir, 56.1% del total de la población; le sigue San Blas Atempa, con 15 mil 529 hablantes (78.8%), y Xadani, con 87% de 9 mil 234 pobladores.
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En las comunidades ikoots, San Mateo del Mar es la que tiene más hablantes del ombeayiüts, con 14 mil 34 de un total de 15 mil 571 habitantes, lo que representa 90.2%. Mientras que entre los pueblos Ayuujk (mixe), Guichicovi es el que más hablantes conserva, con 18 mil 954, 63.5% de sus habitantes.
También tiene una leve recuperación el zoque en Santa María y San Miguel Chimalapa, la primera con 33.1% de su población, pues pasó de 2 mil 936 hablantes a 3 mil 172;y el segundo, que pasó de mil 843 a 2 mil 30 hablantes, 30.2%.
En tanto, el chontal en Huamelula y Astata tuvo leves aumentos, el primero tiene mil 516 hablantes de 9 mil 735 habitantes (15.5%); y el segundo conserva 384 hablantes de 3 mil 918 habitantes.