Agonizan lenguas originarias en el Istmo: en una década, 24 municipios perdieron hablantes

De acuerdo con el último censo del Inegi, en los últimos diez años han perdido su vitalidad lingüística que se dirigen hacia una lenta extinción, mientras que en otras 19 comunidades eso aumentó levemente

Agonizan lenguas originarias en el Istmo: en una década, 24 municipios perdieron hablantes
Foto: Roselia Chaca
Más de Oaxaca 04/02/2021 14:06 Oaxaca Actualizada 14:06

Juchitán de Zaragoza.—  Las cinco lenguas originarias  que conviven en el Istmo de Tehuantepec: Didxazá  (zapoteco), ombeayiüts (huave), zoque, mixe  (ayuujk) y chontal,  atraviesan una crisis que se extiende a  más de 20 municipios, donde en una década se  perdieron tantos  hablantes que  se  dirigen hacia una lenta extinción, según  el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística e Información (Inegi).

Mientras en 19 de los 43 municipios del Istmo hubo un ligero aumento en el número de hablantes,  en 24 se observa un desplome en  el porcentaje, que va de 1% a 30%. 

Entre ellos destacan los municipios zapotecos de  Unión Hidalgo, Tehuantepec, Matías Romero, Salina Cruz, Santa María y Santo Domingo  Petapa, El Espinal, Guevea de Humboldt, Lachiguiri, Comitancillo, Huilotepec, Guienagati, Ixhuatán, Chahuites, Santo Domingo Ingenio, Jalapa, Tlacotepec, Tequisitlán, Laollaga, Reforma de Pineda, San Dionisio del Mar, Guichicovi, Cotzocon, Ixcuintepec.

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De este grupo, algunos como  Mixtequilla apenas alcanza 1.5% de hablantes, es  decir, de sus  4 mil 690 habitantes, sólo 71  conservan alguna lengua. En  Tehuantepec, por ejemplo,  de 67 mil 739 habitantes, sólo hay 8% de hablantes del zapoteco. En números totales, este municipio pasó de   5 mil 517 hablantes en 2010, a  5 mil 428 en  2020, todos  adultos. 

Víctor Cata, lingüista zapoteco,  explica que para considerar que una lengua tiene vitalidad, por cada hablante que muere debe de haber dos o tres que lo remplacen, de lo contrario,  está condenada a desaparecer si no hay una estrategia agresiva para su recuperación.

“La vitalidad de una lengua se nota en esta fórmula simple y  esto no sucede en Tehuantepec o en otros pueblos, como Unión Hidalgo, El Espinal o Ixtepec. Ahí  la lengua es de ancianos, a diferencia de de  San Blas Atempa o Xadani, donde  está muy viva, porque los niños de 3 años la  hablan”, dice. 

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Foto: Roselia Chaca

Según las nuevas cifras  del Inegi, otros municipios que muestran bajo porcentaje de hablantes son Zanatepec (1.5%); Ixhuatán,  con sólo 716 personas (7.5%);   Salina Cruz, donde sólo 3 mil 707 personas  de   84 mil 438 habitantes conserva su  lengua (4.3%) y Santiago Laollaga, con 300 personas, de 3 mil 361 habitantes, que hablan zapoteco y ayuujk (8.9%).

En contraste, el censo reveló que  municipios como Juchitán mostraron una recuperación, pues  pasó de     53 mil 226 hablantes en 2010 a 63 mil 800 en 2020,  es decir, 56.1% del total de la población; le sigue San Blas Atempa, con 15 mil 529 hablantes (78.8%), y Xadani,  con  87% de 9 mil 234 pobladores. 

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En  las comunidades ikoots,   San Mateo del Mar es la  que tiene más hablantes del ombeayiüts, con 14 mil 34 de un total de 15 mil 571 habitantes, lo que representa 90.2%. Mientras que entre los pueblos Ayuujk (mixe),  Guichicovi es el que más hablantes conserva, con 18 mil 954,  63.5% de sus habitantes.

También tiene una leve recuperación el  zoque en  Santa María y San Miguel Chimalapa, la primera con 33.1% de su población, pues pasó de 2 mil 936 hablantes a 3 mil 172;y  el segundo, que  pasó de  mil  843 a 2 mil 30 hablantes,  30.2%.

En tanto,  el chontal  en  Huamelula y Astata tuvo leves aumentos, el primero tiene mil 516 hablantes  de 9 mil 735 habitantes (15.5%); y el segundo conserva  384 hablantes de 3 mil 918 habitantes.

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