Con arte inspirado en su identidad zapoteca, dan vida a topes y calles de Zaachila, en los valles de Oaxaca

Zaachila.— Inspirado en la belleza y diversidad de  esta población zapoteca, el artista plástico Abraham Cruz intervino topes y pasos peatonales  para vestirlos de arte, como reflejo de  la vida cultural de su comunidad.

Abraham Cruz, de 35 años, quien nació en la Villa de Zaachila en una familia dedicada al campo, cuenta en entrevista con EL UNIVERSAL que  comenzó su camino en el arte desde que tenía 15 años, cuando decidió iniciar su formación en talleres que lo llevaron a recintos culturales como la Casa de la Cultura, el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) y el Taller Rufino Tamayo.

“Desde muy pequeño comencé a hacer dibujos con los que llenaba libretas enteras y quienes me conocen saben que tenía esa habilidad, incluso antes de entrar a talleres o acercarme a la academia”, cuenta.

Egresado de la licenciatura de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Abraham es conocido en la población por su gusto por la pintura y su afinidad con el arte urbano. Meses atrás, el ayuntamiento lo buscó  para realizar obras en la calle principal de la población, pero el proyecto no se concretó.

Foto: Cortesía

Pese a ello, en el reciente el remozamiento de la calle Tezapotlán,  en el Barrio del Niño, donde colocaron concreto hidráulico, el artista fue contactado por los  vecinos, quienes le pidieron intervenir, con sus pinturas, tres topes y dos pasos peatonales.

Respecto a la elección de las obras, Abraham cuenta  que su trabajo se distingue por la promoción y el fomento a la cultura oaxaqueña, que representa en murales, muchos de ellos en Zaachila. 

“Desde hace tiempo he pintado danzantes y objetos relacionados con la cultura de mi comunidad. Por eso se me hizo de alguna manera fácil la elección de los elementos a representar en esos espacios”.

Recuerda que el trabajo le llevó unas 30 horas, en dos días de jornadas exhaustivas en las que requirió ayuda de dos personas, pero la planeación y los diseños son de su autoría.

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Las obras que pueden verse son una lechuza en relieve y la imagen de Cosijo, ambas inspiradas en hallazgos  encontrados en  la zona arqueológica de la comunidad; la representación de los zanqueros, el  baile tradicional que se presenta en la Guelaguetza; un penacho de la Danza de la Pluma y un carnaval zaachileño, representado por cascarones.

Las intervenciones fueron presentadas  el pasado 14 de mayo y desde entonces nadie  deja pasar la oportunidad de fotografiar las obras de este artista oaxaqueño, quien se confiesa satisfecho de su trabajo  y de la reacción que causan estas intervenciones en las personas que pasan cerca de ellas. 

“Los vecinos también querían que al pasar por la zona, los carros redujeran su velocidad y las obras son el pretexto perfecto para ello”, agrega.

 Abraham reconoce que debido al constante paso de las personas, es probable que la vida de las pinturas sea breve, pero los vecinos insistieron en que fueran intervenciones  sobre el concreto y darles mantenimiento si se deterioran.

“Calculo que en buen estado podrían durar seis meses, pero las personas que pasan por ahí lo hacen despacio y con cuidado, con la intención de no maltratar la pintura”, indica el artista.

Las intervenciones están en las inmediaciones de la entrada de la población, a una cuadra del acceso principal, entre la carretera a Oaxaca y en la carretera a Cuilápam.

Foto: Cortesía

Aunque  la pandemia  ha afectado el flujo de trabajo para los artistas en el estado,  Abraham asegura que   su taller, Hacer Arte, no ha parado y sigue trabajando para su  población, donde hay unos 30 murales que presentan su  visión sobre sus tradiciones. “Tengo pensado hacer otro, de gran tamaño en próximos meses”, indica. 

Además, desde su taller Hacer Arte, Abraham, cada año organiza un festival en víspera del Día de Muertos, dos semanas antes de las festividades de Todo Santos, en el que convoca a los jóvenes para participar en la realización de murales.

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“Hacer Arte comenzó con el festival y a pesar de la pandemia, esperamos que este año se lleve a cabo el del décimo aniversario; en cada edición participan alrededor de 30 jóvenes artistas de Zaachila y zonas aledañas. Sin embargo, han participado de otras comunidades como el centro de Oaxaca o Santos Reyes Nopala, plasmando su talento en los muros”, comenta.

El año pasado, las tareas de la jornada de arte se planearon tomando en cuenta las medidas sanitarias y evitando la aglomeración de personas. Asimismo, Hacer Arte convoca a jóvenes de la comunidad el resto del año, para intervenir fachadas de inmuebles significativos para la comunidad como la Casa de la Cultura, el panteón o el mercado.

“Desde el principio, he dedicado mi trabajo a darle voz a las expresiones culturales y artísticas de mi comunidad. Es un tema que generalmente plasmo en murales y éstos generan empatía al estar en contacto con el público”, finaliza.