Oaxaca de Juárez.– La frase mexica tiahui, que del náhuatl se traduce como “adelante, mexicanos”,  inspiró al oaxaqueño Marvin Mesinas Quero para abrir una de las pocas tortillerías que hay en Francia, la cual reivindica la comida mexicana basada en el maíz  y comparte su diversidad con Europa.

Desde Toulouse, casi en la frontera con Los Pirineos y España, Mesinas Quero decidió probar suerte hace 13 años con un emprendimiento que recupera los procesos tradicionales de elaboración de las tortillas.

Hace seis años, Marvin conoció a Alan Benítez, de origen poblano, con quien concretó el proyecto y compró la máquina a los dueños de un restaurante en el que trabajaba.

 

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La máquina llegó a Francia en 2000 por intervención de  un empresario de San Luis Potosí, quien la vendió al restaurante.

“Es una máquina viejita y los dos le metemos mano. Hoy somos las únicas dos personas con conocimientos técnicos de cómo operar y reparar una máquina tortilladora”, comenta.

Estos mexicanos decidieron darle un giro a la elaboración de tortillas para crear Mexica Tiahui, negocio de productos que parten de la tortilla de maíz nixtamalizado.

 

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Dejan atrás la harina

 

El joven oaxaqueño relata que los primeros propietarios de la máquina elaboraban tortillas a base de harina; sin embargo, fueron él y su socio quienes encontraron la manera de darle un giro a este negocio.

En su búsqueda de alternativas, encontraron a dos productores locales de maíz, de la variedad grande rojo, nativo del sur de España.

Con estos ejemplares incursionaron en los procesos de nixtamalización del grano, con lo que fortalecieron la producción de tortillas de calidad, pero también su conocimiento y aprendizajes sobre el tema.

 

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“Nos dedicamos a la confección de tortillas para su venta a restaurantes mexicanos en Toulouse, así como de otros en el resto de Francia”, apunta Marvin Mesinas.

Su fábrica está situada a las afueras de la ciudad, pero tienen un punto de venta en el centro de Toulouse y participan en un tianguis, también en el centro, donde las personas pueden encontrar tortillas, totopos, tostadas y tacos.

Marvin acota que la gente de Toulouse tiene otros hábitos de consumo en cuanto a cantidades, horarios y alimentos; sin embargo, las tortillas son muy bien recibidas.

 

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“Son sabores nuevos en lo general para ellos y siempre nos preguntan cómo se come, si se calienta o con qué se puede combinar. Lo más cercano que conocen son clichés, como los nachos. Las empresas estadounidenses venden productos similares a las tortillas, pero no tienen nada que ver con lo que producimos en México”, dice.

 

Labor artesanal

 

La tortillería ha servido desde su creación para educar a las personas sobre el trabajo artesanal de quienes se dedican a la producción de este alimento, así como de la importancia que tiene el maíz como elemento primordial en la alimentación de Oaxaca, Puebla y la mayoría de los estados del país.

“La comunidad mexicana en Toulouse es muy grande y vienen de todas partes del país, pero son los oaxaqueños a quienes les gusta mucho el proyecto. Los mexicanos somos muy nostálgicos con nuestra comida. Cuando te sales [de México], te das cuenta de lo afortunados que somos al poder elegir el color de tortilla y el tamaño”.

 

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Los empresarios mexicanos también extienden su reconocimiento a quienes se dedican a la tortillería en el país, pues antes no sabían cómo hacerlo.

Mexica Tiahui constituye una oportunidad de generar una creciente fuente de empleo para estos emprendedores y tres personas más.

Para ellos, la oportunidad es invaluable porque, aseguran, Francia no es un lugar muy propicio para que la comunidad mexicana y latinoamericana se emplee fácilmente.

 

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“Las circunstancias no son iguales a la gente que, por ejemplo migra a Estados Unidos”, agrega Alan Benítez.

“Somos herederos de una alimentación basada en el cultivo del maíz y su consumo. Aquí lo hacemos en otro contexto, pero seguimos trabajando nuestra herencia”, finaliza.

 

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