"El Negro" Ibáñez, el fotógrafo de Oaxaca que por 30 años ha capturado los rostros de los pueblos afro
“Yo no decidí ser fotógrafo, lo decide justo mi trabajo que con el tiempo empezó a ser reconocido, aceptado…”, dice Alberto El Negro Ibáñez en entrevista con EL UNIVERSAL
Oaxaca de Juárez.- Capturando rostros con su lente desde hace 30 años, Alberto El Negro Ibáñez ha hecho visible la diversidad cultural y étnica de Oaxaca y el mundo, logrando muestras como Caminos Cimarrón, dedicada a los pueblos afrodescendientes, que actualmente se exhibe en el Hotel Sin Nombre
El Negro, quien es originario de Santa Cruz Xoxocotlán, relata que desde el inicio de su carrera se ha centrado en la fotografía documental, por ser la que más le interesó, luego de varios años trabajando en fotoperiodismo, en medios y agencias informativas.
Más tarde, cuenta, como fotógrafo independiente, tuvo la oportunidad de seleccionar sus propios temas, con lo que se inclinó hacia lo documental.
Foto: Cortesía Alberto El Negro Ibáñez
“Yo no decidí ser fotógrafo, lo decide justo mi trabajo que con el tiempo empezó a ser reconocido, aceptado… a causar interés entre las personas que buscaban publicarlo”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
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Antes de enfocarse en la fotografía, Alberto estudiaba antropología; sin embargo, fue a través de la lente que encontró la vía para plantear su punto de vista sobre temas que ocurren en contextos indígenas, que también son objeto de estudio de dicha disciplina.
Decidido a caminar con la cámara en mano, El Negro centra su fotografía en retratos que, afirma, significan “enfrentarse a una sociedad, a una persona; cuando te están retratando tu expresión cambia; sin embargo, el chiste de hacerlos es que sucedan con naturalidad, por lo que es necesario involucrarse en diferentes realidades, crear empatía y armonía”, describe.
Foto: Cortesía Alberto El Negro Ibáñez
Continuamente, confiesa el autor, se ha cuestionado sobre su tipo de fotografía y ha encontrado en el retrato muchas posibilidades de reflejar las realidades que suceden en distintas partes del mundo.
Esa es precisamente la esencia de Caminos Cimarrón, una muestra que consta de 40 imágenes y forma parte de años de trabajo constante en los que El Negro ha capturado de manera natural a sus personajes, y que rescata desde que inició su trabajo en fotografía.
“Yo sabía que había comunidades afro en la Costa oaxaqueña, pero cuando voy a trabajar ahí, me encuentro con una integración natural, lo que despertó en mí un interés de fotografiar personas afro”, apunta.
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En sitios como la región Costa de Oaxaca, la de Guerrero, Cuba y algunos países de África, Ibáñez ha capturado diversas imágenes, algunas de las cuales forman parte de la muestra.
Foto: Cortesía Alberto El Negro Ibáñez
“Fotografiar personas de los pueblos negros se ha vuelto uno de mis ejercicios favoritos y uno de los trabajos más amplios que tengo”, añade. Y puntualiza que la fotografía es una herramienta que sirve para visibilizar la presencia de los pueblos negros, no sólo en Oaxaca, sino en el resto del mundo, haciendo también una denuncia visual de la discriminación y la violencia a la que se enfrentan.
“A pesar de que algunas fotos tienen varias décadas, la discriminación y el abandono hacia los pueblos negros persiste”, reflexiona El Negro, quien recuerda que su primer trabajo sobre la afrodescendencia tuvo lugar en Chacahua, en 1987, donde obtuvo algunas imágenes.
Mientras la pandemia persiste, Alberto trabaja en capturar la Reserva de la Biosfera, así como en retrato personal y fotografía erótica, pues no ha podido volver a la documental.
La muestra Caminos Cimarrón permanecerá hasta finales de julio en el Hotel Sin Nombre; también se expuso en el Museo de Culturas Populares, en la Ciudad de México.