Santa Cultura, 9 años de dar voz a los milagros de la identidad viva de Oaxaca
Santa Cultura es una de las únicas voces que documenta la vida cultural de Oaxaca, este servicio comunitario que se difunde desde distintas plataformas cumple nueve años este 18 de abril
Oaxaca de Juárez.– “Como esas bocinas que hay en las comunidades, desde las cuales se anuncian dónde hay tamales recién hechos de tichina o de iguana”, así es como José Luis Pérez Cruz, periodista a la cabeza de Santa Cultura, describe el servicio comunitario que este proyecto de difusión cultural realiza en Oaxaca y que este 18 de abril cumple nueve años.
Así también, asegura, es como lo ha tomado la comunidad cultural, gracias a lo cual este programa, que comenzó en Radio Universidad y ha pasado por varios espacios, se ha mantenido por casi una década y sigue desde distintas plataformas como una de las únicas voces que documenta la vida cultural de Oaxaca desde una narrativa que evita abordar la identidad de las comunidades como un producto turístico, antes que como lo que son: culturas vivas.
“Hay muchas plataformas que hablan de Oaxaca, pero como lo quiere mostrar una Secretaría de Turismo, es una realidad ya muy trastocada, llena de términos como magia, colorido, que nos ponen como seres fantasiosos, cuando somos culturas vivas y reales”, señala.
Lee también: ¿Invertir en pandemia y en la cultura? Empresarios apostaron por Oaxaca para hacerlo con el Foro Bakal
Esa es precisamente la finalidad de mantener la voz de Santa Cultura, mirar y contar, casi como manda, más allá de lo que se ha establecido como productos artísticos o culturales, esos siempre pensados para aquellos que vienen de fuera, y en lugar de ello voltear a lo propio.
Regina Mejía, otra de las impulsoras del proyecto, señala que esto es necesario porque Oaxaca tiene la fortuna de que muchos de quienes hacen la cultura son de iniciativas ciudadanas, que siempre han trabajado por buscar recursos, ya sea de la iniciativa privada o gobierno, para sacar adelante sus proyectos. “Son fundaciones, asociaciones, colectivos que están generando, muy a parte de la oferta gubernamental de las dependencias que cumplen con la obligación del Estado de proveer”, dice.
Foto: Edwin Hernández
Son estas iniciativas ciudadanas que han impulsado distintos eventos culturales, mucho más allá de la cuestión de entretenimiento, a las que San Cultura ha dado voz durante estos años y no ha dejado de hacerlo durante la pandemia, pues aún cuando en casi todo el mundo la emergencia sanitaria se tradujo en un paro de la vida artística, en Oaxaca ésta siguió latiendo.
“Siempre las iniciativas ciudadanas han hecho esto, buscar, así que muchos echaron mando del ingenio para desarrollar sus actividades, Sí se reciente la falta de recursos y apoyos pero la Cultura no paró, siempre hubo una oferta”, dice Regina.
Sentados en la Casa de las Artesanías, desde donde acaban de transmitir el programa con el que arrancan los festejos por su aniversario, José Luis y Regina, dos los cinco integrantes del equipo impulsor, explican que esto quedó en evidencia gracias a la pandemia, pues aunque pareciera que la vida cultural se detuvo, afirman que “lo real en la cultura y la tradición estuvo permanente”.
Lee también: Premian en Festival de Cine de Las Palmas a Nudo Mixteco, cinta de la oaxaqueña Ángeles Cruz
A la par, ambos están convencidos que la emergencia dejó en claro cuáles son los proyectos de difusión que están comprometidos con la cultura, pues esos fueron los que no pararon, si no que innovaron e incluso tuvieron crecimiento de sus públicos y lograron atraer a más gente. Se trata, coinciden, de una posibilidad de volver enfocar la mirada.
“Había muchas cosas que sucedían en Oaxaca, como Día de Muertos, que ya era algo tan alejado a lo que era (...) la pandemia dio la oportunidad de volver al origen, de no apostar al producto turístico”, detallan.
Esa es precisamente la filosofía de quienes hacen Santa Cultura, algo en lo que coinciden, afirman porque provienen de “culturas reales”, de comunidades “donde la cultura se vive todos los días, desde tu casa, en lo que usas, en lo que sirves en la comida. Estamos inmersos en esa vida”, dicen José Luis, cuya familia proviene de San Bartolo Coyotepec y Regina, originaria de Talea de Castro.
Espacio para todos
Foto: Edwin Hernández
Durante los nueve años que la voz de Santa Cultura se ha escuchado, las personas tras el proyecto, fieles a la filosofía de que identidad y tradición no son esos productos que se anuncian en folletos de agencias de viajes o paquetes turísticos, han cuidado de voltear a ver a aquellos que desde sus propios espacios y experiencias abonan a mantener viva la esencia cultural del estado, por ejemplo, los saberes de los abuelos heredados mediante la tradición oral.
“Es generar comunidad, dar eco a lo que están haciendo, para que llegue a más personas, para que sean más los beneficiados de trabajar en comunidad, es insistir y no detenerse y dar espacio a todas las disciplinas o quienes que hacen un esfuerzo por generar ”, dicen sobre esta forma de trabajo que le ha dado prestigio nacional e internacional, pero que consideran resultado de su andar periodístico previo y a la par de estos nueve años.
“Somos una voz crítica que vamos en contra de lo que se dice comúnmente de Oaxaca y eso a veces produce incomodidad (…) defendemos lo que creemos y lo que hemos vivido y eso nos ha creado confiabilidad de quienes nos escuchan, ven y leen. Mientras los demás son iguales, porque mientras otros aparecen en algunas fechas, nosotros permanecemos los 365 días del año”, afirma José Luis sobre la huella que ha dejado el proyecto.
Los milagros de la Cultura
Pero que un proyecto que no tiene como finalidad la comercialización de Oaxaca como producto turístico sino dar eco a las distintas voces de la disidencia cultural, que producen en la periferia y lejos de los centros gubernamentales, sobrevivan nueve años no es fácil.
José Luis dice que en gran parte el proyecto sigue funcionando porque en realidad no existen proyectos de difusión cultural “hacia adentro”, es decir, de oaxaqueños difundiendo lo que crean los oaxaqueños, en lugar de enfocados en vender la experiencia al visitante. Es por ello que está convencido que el “servicio comunitario” que ofrecen permanece porque la gente los sigue buscando para dar a conocer su trabajo.
Fue precisamente confiando en esa misión que el proyecto se nombró en sus inicios como Santa Cultura, en alusión al camino de beatificación y santificación católico, donde se toman en cuenta las virtudes. Así como en los procesos evangelizadores que aún permanecen muy vivos en Oaxaca.
“Yo pensé, si las culturas, nuestra identidad, tienen tantas virtudes y nos proporciona tantas cosas buenas y hay tantos santos y santas, por qué no podemos hacer santa a la cultura, si nuestra identidad también hace milagros”, explica.
“Aunque de pronto hemos encontrada obstáculos, se abre otra puerta y nunca dejamos de trabajar. los obstáculos se convierten en oportunidades, por ejemplo para hacer radio por internet, en redes sociales, colaborar con medios radiofónicos y escritos…se ha creado esta sinergia que no se detiene aun en pandemia, Esos son los milagros de la Santa Cultura”, finalizan.