Ubicado a tan solo 35 minutos al noroeste de la ciudad de Oaxaca, Santiago Suchilquitongo emerge como una joya cultural y natural en el corazón de los Valles Centrales.
Este pueblo zapoteca, rodeado de montañas, historia milenaria y tradiciones vivas, ofrece una experiencia inolvidable para quienes buscan turismo cultural, arqueológico, de naturaleza y gastronómico en un solo destino.
Uno de los mayores atractivos de Suchilquitongo es la zona arqueológica Cerro de la Campana, también conocida como Huijazoo. Este sitio, fundado entre los siglos IV y V a.C., fue un importante centro zapoteca que alcanzó su apogeo hacia los siglos VII y VIII d.C. En 1985, las excavaciones revelaron un tesoro invaluable: la Tumba 5, considerada una de las más impresionantes del mundo zapoteca.
Tallada completamente en cantera rosa, esta tumba destaca por sus murales, mascarones de jaguares, aves y una lápida con grabados de alto realismo. Las estructuras que rodean el sitio incluyen templos, palacios y patios ceremoniales, que dan testimonio del poder político y religioso que alguna vez dominó esta región.
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Anexo al Palacio Municipal, el Museo Comunitario Cerro de la Campana resguarda piezas originales de la Tumba 5, así como artesanías locales y documentos históricos sobre las mayordomías de la comunidad.
Sus exposiciones temporales, talleres y festivales culturales lo convierten en un espacio vivo, ideal para comprender la riqueza cultural de Suchilquitongo.
En pleno corazón del pueblo se alza el Templo Católico de Santiago Apóstol, una majestuosa construcción de cantera rosa que data del siglo XVIII.
Este templo no sólo representa el centro espiritual de la comunidad, sino también el inicio del asentamiento colonial de Suchilquitongo. Destaca por su bóveda de cañón corrido, las antiguas capillas posas, y su historia ligada al tequio, trabajo comunitario que aún persiste.
A la entrada del pueblo se encuentra el Arco de Cantera Rosa, una obra imponente que recibe al visitante con una estatua de Santiago Apóstol y símbolos identitarios de la cultura suchilquiteca. Este arco no solo es un ícono arquitectónico, sino también un símbolo de unidad, tradición y orgullo comunitario.
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Para los amantes de las actividades al aire libre, la Presa del Pescado es un lugar imperdible. Rodeada de flora y fauna silvestre, esta presa alimentada por las aguas del Cerro de la Rosa es ideal para acampar, pescar, nadar con precaución, practicar senderismo o ciclismo de montaña. Un rincón sereno donde el visitante puede conectar con la naturaleza o simplemente relajarse bajo el cielo oaxaqueño.
La riqueza cultural de Suchilquitongo no se limita a sus sitios arqueológicos. Aquí, las mayordomías se celebran todo el año, destacando la de Santiago Apóstol, el 25 de julio. Durante estas fiestas, los habitantes —tanto locales como radicados en otras ciudades— se reúnen en coloridos festejos llenos de música, comida y devoción.
En fechas como Todos Santos, la tradición de “Las Máscaras” llena el panteón de música y danzas, mientras que las bodas conservan rituales como el pedimento y el jarabe del guajolote, una fusión de lo indígena y lo colonial que sigue vigente.
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En Suchilquitongo, el campo aún provee gran parte del alimento local. El visitante puede deleitarse con platillos elaborados con maíz, frijol, calabaza, tomate, chile y frutas de temporada como pitahaya, higo y guayaba. Además, las celebraciones suelen ser una excelente oportunidad para probar estofado tradicional, chocolate, tamales y mezcal artesanal.
Las manos suchilquitecas han desarrollado un arte refinado en cantera rosa, gris, verde y amarilla, material con el que elaboran desde fuentes y esculturas hasta columnas y lápidas funerarias. También es común encontrar artículos de carrizo como canastas, floreros y utensilios decorativos.
Desde la ciudad de Oaxaca, se puede acceder fácilmente por la carretera internacional Cristóbal Colón o mediante transporte colectivo que parte directamente hacia el centro del pueblo. Una vez allí, el viaje se convierte en un recorrido entre cultura, historia y naturaleza.
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Santiago Suchilquitongo es mucho más que un punto en el mapa; es una comunidad que combina historia, tradición y naturaleza con hospitalidad y orgullo local. Ya sea para explorar su zona arqueológica, sumergirse en sus tradiciones o simplemente desconectarse del bullicio urbano, este pueblo oaxaqueño ofrece una experiencia auténtica, profunda y enriquecedora. Ideal para un fin de semana, Suchilquitongo te espera con los brazos abiertos.