Títeres, una dosis de alivio para los pequeños de Oaxaca tras el confinamiento por pandemia

Las marionetas del proyecto ambulante Teatrino alivian un poco el ánimo de los niños, los más afectados de la pandemia por Covid-19

Títeres, una dosis de alivio para los pequeños de Oaxaca tras el confinamiento por pandemia
Foto: Roselia Chaca
Más de Oaxaca 23/05/2021 11:31 Oaxaca Actualizada 11:31

Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.-Los niños se paran de sus sillas a la orden que Don Chuy da en medio del escenario. Todos comienzan a brincar, a contorsionarse, agitar las manos, siguiendo en todo momento las instrucciones de la marioneta. La felicidad es muy evidente entre los niños, que nuevamente se concentran y conviven en la calle, gracias al teatro de títeres

Jesús Carranza está consciente de que los más afectados por esta pandemia de Covid-19 son los niños: muchos cayeron en cuadros de depresión y estrés por abandonar repentinamente los espacios de juego, las reuniones en los parques, la escuela, los espacios recreativos como cines y teatros. Es aquí donde las marionetas del proyecto ambulante Teatrino alivian un poco el ánimo de los pequeños. 

Cuando Jesús comienza a interactuar, a través de Don Chuy, con los niños sentados en medio de una de las calles de Asunción Ixtaltepec, hasta los más tranquilos participan; los más hiperactivos interrumpen las fábulas que se narran en el escenario y gritan a todo pulmón para ser escuchados, convirtiendo la calle en un salón de clases. 

El bullicio se acrecienta cuando Jesús anuncia la conclusión del espectáculo, 40 minutos de fábulas. Los niños quieren más, se paran de sus asientos y corren hasta el teatro móvil y comienzan a bombardear con preguntas al actor; él, con la garganta cansada, aún posee  paciencia para explicar que la función tiene un límite y que los personajes deben descansar. Desilusionados, los niños se alejan con sus madres, esperando la próxima función. 

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“La intención de este experimento teatral es llegar a los niños, por eso concebí la idea de montar un teatro sobre cuatro ruedas y llevar espectáculos hasta las calles, hasta la puerta de las casas de los niños, porque la intención es que este grupo vulnerable se distraiga con actividades lúdicas, interactúe y aprenda sobre el teatro y otros temas como el medioambiente, la hermandad y solidaridad”, explicó para EL UNIVERSAL.

El proyecto Teatrino, del  joven productor teatral Jesús Carranza, es un teatro móvil que recorrerá comunidades del Istmo de Tehuantepec, secciones y colonias de Juchitán, con la única intención de acercar el teatro a los niños, buscando aliviarlos un poco del confinamiento a consecuencia de la pandemia por Covid-19. 

 

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Foto: Roselia Chaca

 

El juchiteco, quien posee una licenciatura en actuación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, fomenta en Juchitán el teatro independiente desde su espacio La Libélula, donde lo mismo da talleres a niños y jóvenes, que pone en escenas obras con sentido comunitario.

A raíz de la contingencia sanitaria, cerró su espacio ubicado en la Quinta Sección de Juchitán  y ante el alargamiento de las medidas restrictivas decidió llevar el teatro a las calles bajo la modalidad de un teatro con ruedas, enganchado a una camioneta que antes era un carro de raspados.

 

Marionetas bilingües

 

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Foto: Roselia Chaca

 

En la ciudad de Juchitán existe otra propuesta educativa y recreativa con títeres, que impulsa desde su casa la maestra Felipa Noriega, una educadora  con más de 21 años de experiencia en el nivel preescolar, que actualmente atiende el segundo grado en el preescolar “Juana C. Romero”, en Tehuantepec.

Esta maestra creó varios personajes de trapo para hacer más llevadero el proceso educativo con sus alumnos a través de aplicaciones y redes sociales, como Zoom y WhatsApp, durante el confinamiento por pandemia. Entre los personajes destacan María Sicarú, una niña bilingüe que se viste con la ropa tradicional de las zapotecas y que es la alumna del maestro Bendahuancio, un camarón. Ambos personajes intervienen con Felipa en horas de clases.  

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La escritora y cuentacuentos comenzó las clases en línea en el confinamiento como una herramienta didáctica; desde la plataforma de Facebook, compartía las actividades, pero después comenzó a subir video-narraciones en zapoteco, aprovechando su oficio de cuentacuentos, estrategia que utiliza para enseñar a sus alumnos.

Aún cuando sigue con los cuentos de manera bilingüe, ahora utiliza a los títeres para  dinamizar las clases y desarrollar en los niños sus cinco sentidos.

“Es interesante cómo reaccionan los niños con las formas, los colores y los títeres, les despierta  mucho la curiosidad; con esta herramienta logramos que sus sentidos estén más alertas a sonidos, colores y texturas”, comentó la profesora zapoteca.

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