Exiliados por no profesar la religión católica regresan a su hogar

El Juez Tercero de Distrito falló a favor de dos personas que fueron expulsadas por las autoridades de la localidad San José Quianitas, que pertenece al municipio de Santa María Quiegolani, por no profesar la religión católica.

Las víctimas de intolerancia religiosa Nicasio Lucas Pérez y Filadelfo Santos Pérez informaron que hace unos días pudieron regresar a sus hogares en la comunidad de la que fueron expulsados en el 2017, a partir de una decisión que también afectó a 10 personas más que son parte de sus familias y que también tuvieron que salir de la comunidad.

Su expulsión se debió, según narraron los afectados, a que los querían obligar a brindar servicio comunitario en la iglesia católica pese a no profesar esa religión. Ellos se negaron a hacerlo y las autoridades, junto con otros habitantes de esta población, pretendían forzarlos a firmar un acta en la que se comprometían a brindar ese servicio, pero también se negaron.

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En conferencia de prensa, estos dos hombres que regresaron a su hogar después de dos años en el exilio, también dieron a conocer que no son las únicas personas en San José Quianitas que no profesan la religión católica y que son obligadas a participar en las festividades de la religión católica, o de lo contrario son condicionadas a pagar para que otras personas realicen esas actividades.

Sin embargo, este pago repercute en su economía, lo cual ellos consideran injusto porque quienes son evangélicos no piden el apoyo de otros para las actividades que tienen que ver con su fe.

Giovani Martínez San Juan, abogado de las víctimas por intolerancia religiosa, agregó que tras ganar el amparo se está valorando interponer acciones jurídicas para exigir la reparación de daño, aunque opinó que esto podría ser complicado.

También señaló que la resolución del amparo 138/2017 por el Juez Tercero de Distrito establece el retorno de las personas a la localidad, y la reinstalación de los servicios básicos en sus viviendas, sin represalias.

Lo anterior, porque Filadelfo Santos, uno de los perjudicados en el caso, sufrió afectaciones en el 80% de sus plantaciones luego de que tuviera que abandonarlas por dos años; mientras que su vivienda también presenta deterioro y no cuenta con servicios básicos para ser habitada.

De acuerdo con la Confraternidad de Pastores Cristianos Evangélicos en Oaxaca tienen registró de entre 10 y 12 casos más de intolerancia religiosa.