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“La gente viene, pero sólo la valoramos, no podemos recibirlos porque no hay camas disponibles y tampoco hay suficientes médicos, sólo enviaron a dos médicos y una enfermera”.
Los 215 trabajadores suspendieron sus labores desde el pasado 5 de julio, en demanda de especialistas para la atención de pacientes Covid, medicinas e insumos, además de recursos para reparaciones de diversos equipos descompuestos.
Cuando los trabajadores cumplieron una semana en paro, los Servicios de Salud (SSO) enviaron a dos médicos y una enfermera para atender a los pacientes Covid, pero no enviaron equipos de protección y tampoco suministraron monitores y ventiladores, esenciales para salvar la vida de los pacientes.
Mientras que en el área de cocina, recuerda el dirigente sindical, faltan estufas, refrigeradores industriales y campana extractora. “Con esas limitaciones es imposible preparar alimentos tanto para pacientes y médicos. Las autoridades de los SSO sólo responden que no hay dinero para esas compras”, acusa.
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Además, la planta que genera electricidad en caso de corte está descompuesta y el drenaje está a punto del colapso, porque falta una bomba trituradora de residuos. Por ahora, el agua que sale del hospital va a un patio trasero y se filtra al subsuelo.
Como respuesta a la petición de una ambulancia, los SSO les dijeron que tal vez para noviembre les den una.
“Las autoridades saben que el hospital de Ixtepec es un nosocomio de 30 camas y aquí se atienden pacientes de otras poblaciones de las zonas oriente y norte del Istmo, de la montaña Mixe-zapotecas y de las poblaciones vecinas como Laollaga, Chihuitán, Tlacotepec y hasta de Salina Cruz”, reitera.
“No podemos poner en peligro la vida de los pacientes y la integridad de los médicos por falta de dinero (...) Es penoso decirlo, pero así no se cuida la salud de la población”, lamenta Eloy López.
