Ante falta de atención, más de 800 alumnos estudian en estacionamiento

Ante la falta de atención de parte de las autoridades educativas a nivel federal y estatal, los padres de familia y la base trabajadora de la Secundaria Técnica número 50 de Juchitán, acondicionó el estacionamiento del centro educativo con láminas y lonas para regresar a clases y no perder el ciclo escolar.

José Juan Carrasco López, director del plantel, informó que ante la nula disposición de las autoridades de demoler las nueve naves de la institución de un total de 11, se determinó por asamblea en coordinación con padres de familia acondicionar el estacionamiento con cuatro aulas provisionales con láminas y lonas.

El estacionamiento, de las pocas estructuras seguras en el centro educativo, se dividió en cuatro aulas en donde reciben clases 850 alumnos de los tres grados en 24 grupos, compartiendo el espacio por dos horas, los primeros reciben clases de 8 a 10 de la mañana, luego entran a clases los últimos de 10 a 12 del día.

Con la finalidad de brindar un mejor servicio a los alumnos, se ideó que los adolescentes reciban atención cada 20 minutos por cada una de las siete materias, se llevan los trabajos para ejecutarlos en sus casas y reciben asesoría a través de internet de sus maestros por las dudas que tengan.

“No se pierde el ciclo escolar porque decidimos junto con los padres de familia activarnos con lo que teníamos ante el abandono que nos tienen las instituciones educativas responsables de brindarnos la seguridad. No se cubre un 100 por ciento la calidad, pero se busca, ante estas raquíticas e incomodas condiciones, ofrecerles a los alumnos lo más que se pueda de los contenidos.

“Como institución estamos en la mejor disposición de trabajar por el bien de los jóvenes, el que no ha cumplido con el derecho de una educación de calidad es el gobierno”, explicó el directivo.

A casi tres meses del sismo que dejó colapsado el 90 por ciento de la secundaria, los trabajos de demolición no han comenzado a pesar de que todas las instancias, tanto federales como estatales, han verificado los daños y hasta se han tomado la foto, lo que tiene desconcertado tanto a los padres de familia como a los trabajadores.

“No sabemos qué pasa, no entendemos por qué nos tienen esperando cuando es una institución de más de 40 años, con una plantilla de 850 alumnos. En otras escuelas ya hasta tienen aulas móviles y nosotros ni si quiera nos han demolido las 9 naves dañadas. Ahora ni siquiera nos responden las llamadas telefónicas”, detalló Carrasco López.

Si en los próximos días no se llegan a demoler las aulas, los padres de familia y trabajadores realizarán acciones de protesta, mientras tanto continuarán en el estacionamiento esquivando con las lonas el sol, el viento y el polvo.