Damnificados de sismo en Oaxaca denuncian fraude de español

Dos revolvedoras, una nueva y otra usada, grava, arena, puertas, ventanas y murillos son algunos objetos y materiales que el español Iván Mouriz Collado le quitó a 17 familias damnificadas por el sismo del 7 de septiembre.

Los materiales están tirados en un patio enmontado de la casa donde vivió por ocho meses en la población zapoteca de Chicapa de Castro, agencia municipal de Juchitán.

Frente a esa vivienda, el español —que se dice ingeniero y originario de Sevilla— está retenido desde el 30 de julio en el domicilio de un pastor evangélico, ahí, aunque anda libre por toda la casa y hasta sale a la tiendita por comida, está acompañado por un joven que lo vigila, temen que huya o se cause daño.

Iván se muestra tranquilo y hasta un poco incrédulo sentado frente a las autoridades que el gobierno de Oaxaca, a través de la Secretaría General de Gobierno (Segego), envió para dialogar con él y los ciudadanos defraudados. Hacen chistes en zapoteco a su costa y él sólo los mira y sonríe como si entendiera la conversación previa a la reunión oficial.

Iván Mouriz Collado asegura que llegó a México en 2010 como turista, pero se quedó al lograr un permiso especial. Sin especificar dónde radicaba antes del sismo, dice que vio en Facebook la publicación de un joven que pedía apoyo para los habitantes de Chicapa que estaban muy dañados por el movimiento de 8.2 grados.

El enganchamiento. Así que arribó tres días después del 7 de septiembre a la población, de no más de 3 mil habitantes. Llegó a apoyar, insiste Iván a la prensa. Sin embargo, el trato que hizo con las familias de construirles por el sistema comunitario viviendas por 280 mil pesos a través de la Fundación Iberoamericana de Auxilio Social, no se cumplió porque se gastó el dinero.

Teresa López Sánchez es una de las afectadas y todos los días está vigilando al español. Ella no entregó la tarjeta Fonden como lo hicieron otras personas, pero sí le dio dinero en efectivo para que le construyera su vivienda, pues la derrumbó porque estaba dañada.

Ella fue de las primeras en elaborar comida para vender y entregar las ganancias para la casa. Teresa asegura que el español los amenazaba con sacarlos del proyecto de reconstrucción si no le obedecían.

“El señor nos engañó. Nos hacía preparar pollos en el sol para recaudar fondos, si protestábamos nos decía que si queríamos irnos nos fuéramos del proyecto, pero temíamos quedar fuera porque ya habíamos tirado nuestras casas. Ahora nos salió con que se gastó el dinero que le dimos, también el dinero de las rifas de un mototaxi, una moto y hasta un borrego”, cuenta la mujer. Alrededor de un millón 800 mil pesos asciende el monto del fraude que hizo Mouriz Collado a las 17 familias zapotecas que creyeron en una fundación fantasma.