Chinantla, indígenas impulsan ecoturismo
Habitantes de Yetla promueven atractivos del cerro Catrín, bajo la guía de la Conanp
El sonido del río, que pasa a pocos metros frente a las cabañas, incita a la tranquilidad en plenitud, misma que se puede encontrar a unos tres kilómetros de la cabecera municipal sobre la carretera federal Tuxtepec-Oaxaca.
El Centro Ecoturístico Comunitario Yetla “La puerta de la Chinantla” es un proyecto abrazado por una extensa vegetación que forma parte de la región Chinantla en la Cuenca del Papaloapan, considerada una zona prioritaria por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
En 2007 esta comunidad chinanteca decidió aprovechar sus tierras comunales, que habían descuidado y que antes no se dedicaban si quiera a cultivos, por lo que la autoridad ejidal decidió entregar dos hectáreas para desarrollar un plan comunitario que atrajera visitantes e ingresos.
Fue así que decidieron tomar los programas de ecosturismo que impulsa la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas (CDI) y dar vida a un proyecto alternativo, algo que comenzaba a replicarse en algunas poblaciones cercanas.
Explorar riqueza natural
Este rincón convertido en un paraíso se ubica en dos hectáreas de predios comunales que al año, en promedio, reporta la visita de unos 3 mil 500 turistas, principalmente de la región, quienes acuden a contemplar las mil 700 hectáreas del cerro Catrín, catalogadas por la Conanp como área de conservación desde hace una década, de acuerdo con el administrador del espacio, José Alberto Jacobo López.
Cerro Catrín, así conocido por la población, se ubica cruzando el río y es el hábitat de especies como el tepezcuintle, armadillo, oso hormiguero, jaguar y tigre, estos dos últimos fueron vistos en fototrampas, pero que desde hace más de un año dejaron de funcionar y por falta de recursos no se han reinstalado, indica Jacobo López.
Aunque dichas especies habitan en la zona más alta de la montaña, a donde no suben a explorar, el poblador apunta que en ocasiones rondan las partes más bajas cercanas al área dedicada al senderismo, actividad que se ofrece como atractivo.
En Yetla los visitantes también pueden aventurarse en el kayak. El río Grande, que metros más adelante se convierte en el río Valle Nacional, es ideal para esta actividad por contar con zonas rocosas y de fuertes corrientes poco aptas para nadar.
El administrador sostiene que estas actividades no afectan el equilibrio del ecosistema, pues la Conanp vigila constantemente que no se talen árboles, mientras que los habitantes, a través del Comisariado de Bienes Comunales, tienen la tarea de garantizar la nula caza.
Un rincón único
En lo que va de este 2018 el espacio ha logrado casi el total de visitas que se habían realizado en promedio en un año, lo que ha garantizado recursos para pagar a las seis personas que trabajan de forma fija. El encargado atribuye el incremento a que la comunidad decidió nombrar una administración que le dé continuidad al proyecto, en lugar del comité comunitario que se renovaba cada año.
Gracias a esa nueva administración se ha podido mejorar el servicio al cliente, lo que ha multiplicado las recomendaciones de voz en voz, que es su principal medio de difusión, pues el gobierno estatal, refiere, poco ha hecho para darlo a conocer.
Pero el proyecto ecoturístico quiere crecer, asegura, por eso solicitaron a la CDI recursos para la construcción de un puente colgante para cruzar el río y desplazarse con mayor seguridad a la zona de senderos, con intención de que se convierta en otro atractivo.
A 11 años de ser inaugurado, la comunidad se siente orgullosa de contar con este destino sustentable para generar una fuente de ingresos para algunos de sus habitantes.