Oaxaca, tercera entidad en delitos contra migrantes
En 2017, 11% de ellos fueron víctimas o testigos de violencia, revela estudio. Sur del país sigue siendo foco rojo, específicamente la ruta Chiapas–Oaxaca
Oaxaca es la tercera entidad con mayor número de delitos contra migrantes, y junto con Chiapas y Veracruz conforman la región más peligrosa para las personas que transitan por el país con miras de llegar a Estados Unidos.
De acuerdo con el quinto informe de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem), en 2017 de las 28 mil 288 personas que pasaron por algún albergue de esta red, 2 mil 724 (152 mujeres) fueron víctimas de algún delito: 29% en Chiapas, 16.7% en Veracruz, 16% en Oaxaca y 9.2% en Tabasco.
Si se suman aquellos que fueron testigos de algún delito la cifra es de 3 mil 177, es decir, 11.23%. Esta cifra es menor a la de 2016, año en la que se registraron 15.48% de personas en tránsito.
“Si bien, el número de delitos registrados disminuye, no podríamos sugerir que esto se debe a una real disminución de la violencia. Nos atrevemos a plantear que esto responde a las nuevas rutas establecidas por quienes van en tránsito”, advierte Arturo González, director del Servicio Jesuita a Migrantes, también miembro de Redodem.
“La violencia contra los migrantes [en México] no se ha detenido, al contrario, cada vez son más los actores particulares y autoridades del Estado mexicano que cometen delitos contra ellos en su tránsito por nuestro país”, agrega.
González también señala que, por las cifras de la red, se puede afirmar que el sur del país sigue siendo un foco rojo, específicamente la ruta Chiapas–Oaxaca, señalada como la más peligrosa para los migrantes. En el informe aparecen otros estados del centro y occidente, como Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Querétaro.
En un tercer bloque se encuentran, con más de 1%, estados como Sinaloa, Ciudad de México, San Luis Potosí, Coahuila, Sonora e Hidalgo.
Robo, delito más común
La información de Redodem también indica que en 2017 los principales delitos que se cometieron directamente contra migrantes fueron robo (76%), lesiones (5.1%), extorsión (4%), secuestro (3.8%) y abuso de autoridad (2.9%).
Mientras que los principales perpetradores de la violencia en 2017 fueron las bandas delictivas con 48.8%, los particulares (una o dos personas) con 39% y la delincuencia organizada con 7.5%.
En cuanto a las autoridades, aparecen primero los elementos de seguridad privada del tren (transporte en el que viajan principalmente) con 23.3%, seguido con 17.1% de policías municipales y en tercer lugar la categoría de “otros agresores del Estado” con 15.5%.
Otros victimarios identificados son los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) con 15.1%, la Policía Federal con 13.4% y la Policía Estatal con un registro de 10.2% de ataques.