Chuxnabán se deslinda de ataque; fueron grupos armados, aseguran

Hace tres días en un ataque armado tres personas fueron asesinadas y tres más resultaron heridas

Foto: Especial
Municipios 19/07/2019 12:14 Juan Carlos Zavala Oaxaca Actualizada 12:14

Autoridades de la agencia municipal y la representación agraria de San Bosco Chuxnabán se deslindaron del ataque armado en el que murieron tres personas y tres más resultaron heridas el pasado 15 de julio de 2019.

En entrevista con EL UNIVERSAL aseguraron el homicidio de esas personas fue el resultado de un enfrentamiento entre los propios grupos armados de su cabecera municipal San Miguel Quetzaltepec, población de la Sierra Norte de Oaxaca.

Para ellos resulta ilógico que los traten de inculpar de un crimen que ocurrió en un paraje o territorio que es controlado precisamente por esos grupos armados de Quetzaltepec y a los cuales, los comuneros de Chuxnabán no visitan por temor a ser agredidos pese a que ahí tienen parcelas de cultivo.

Hace tres días en un ataque armado tres personas fueron asesinadas y tres más resultaron heridas; los hechos ocurrieron en un paraje conocido como El Espinal alrededor de las 11:00 horas de la noche.

El conflicto entre Chuxnabán y su cabecera Quetzaltepec se agravó en el año 2018, cuando la primera reclamó el aumento en la entrega de sus participaciones municipales de los ramos 28 y 33 que hasta entonces eran de alrededor de 30 mil pesos pero que no les han entregado desde hace tres años.

Las autoridades de la agencia municipal solicitaron la intervención del gobierno de Oaxaca a través de la Secretaría General de Gobierno (Segego) pero las mesas de negociación se rompieron por la negativa de la cabecera municipal.

Posteriormente los habitantes de Quetzaltepec iniciaron la invasión de tierras de cultivo de Chuxnabán, principalmente cafetales, cañaverales, árboles maderables y frutales, así como la apertura de un nuevo camino que cruza por sus tierras y con lo cual destruyeron potreros y casas de comuneros.

Alrededor de 70 comuneros de Chuxnabán fueron afectados por estas invasiones que suman alrededor de 210 hectáreas de terrenos de cultivo y aproximadamente 400 hectáreas de potreros.

El conflicto pasó del reclamo de participaciones municipales a uno al que se le añadió una problemática agraria; pero no terminó ahí. El 4 de marzo de 2018 la comunera de Chuxnabán, Natalia Jiménez Domínguez, fue emboscada por un grupo armado y asesinada; el 26 de julio de ese año es asesinado Ramberto Ramírez, quien fungía como tesorero de la agencia municipal y el 2 de agosto matan al comunero Iginio Martínez Hernández. Pronto, entonces, se sumaría una demanda de justicia.

A estos homicidios, siguieron incursiones de los grupos armados de Quetzaltepec a la agencia municipal, en los que fueron tiroteados el edificio de la agencia y los centros educativos, entre otros edificios.

Según las autoridades municipales y agrarias de Chuxnabán los ataques armados más recientes ocurrieron el 17 de junio y el 14 de julio de 2019.

El 8 de febrero de 2019 ambas poblaciones firmaron un acuerdo de paz ante el Instituto Nacional de los Pueblos indígenas (INPI). De acuerdo con los representantes de Chuxnabán, se prometió la entrega de recursos federales para la pavimentación del camino que comunica a ambas poblaciones y se acordó que pararía la invasión de tierras y las actuales que han sido ocupadas por Quetzaltepec quedarían intocables por las dos partes.

Pese a la entrega de la primera parte de los recursos para la pavimentación de la carretera – que en total ascienden a 50 millones de pesos –, denunciaron que Quetzaltepec no cumplió con los acuerdos para iniciar con el proceso de paz, ya que continuaron los ataques armados y la invasión de sus tierras.

También denunciaron la complicidad de las autoridades estatales y federales para favorecer a su cabecera municipal; particularmente acusaron a funcionarios de la Junta de Conciliación Agraria de la Segego y a la Procuraduría Agraria del Gobierno Federal.

Afirmaron además que el gobierno ha tratado de deslindarse de su responsabilidad al acusar a Chuxnabán de no presentarse a las mesas de negociación, cuando desde hace por lo menos un año han dejado claro que no pueden asistir a todas las mesas porque que carecen de recursos económicos y cuando lo hacen sale del dinero de las comuneros, en su totalidad personas que se dedican al campo y son de bajos recursos.

Finalmente, señalaron que una estrategia contra ellos es inculparlos por crímenes que ellos no han cometido; como el más reciente ataque armado en que tres personas fueron asesinadas en un paraje controlado por grupos armados de Quetzaltepec, quienes además cuentan con armas de alto calibre y de uso exclusivo del ejército.

 

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