“La contingencia ya nos alcanzó”, dicen en homenaje a trabajador del hospital de Juchitán que murió por Covid-19

Con un breve homenaje, trabajadores del hospital “Macedonio Benítez Fuentes” despidieron a su compañero Cuauhtémoc de Gyvés de la Cruz, el primer paciente de la región del Istmo de Tehuantepec con Covid-19 que falleció por complicaciones de este padecimiento.

El féretro llegó en una carroza de una funeraria de la ciudad de Juchitán y se estacionó frente al hospital. Justo en la entrada, los trabajadores: médicos, enfermeras y personal administrativo, se concentraron para realizar el pase de lista, exclamar porras y brindar un reconocimiento simbólico a la lucha que emprendió a favor de la salud y al gremio sindical.

“Fue pionero de emprender la lucha por solucionar las carencias de este nuevo hospital. Siempre dijimos que la contingencia nos iba alcanzar, ya nos alcanzó, lástima que un compañero de este hospital sea el primer caso de defunción en la región del Istmo. Les decimos, al público, que Cuauhtémoc seguirá acompañándonos en la lucha”, expresó la delegada sindical del hospital, Yolanda Ulloa.

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Detrás de las rejas del hospital se encontraba Luisa de la Cruz y Leopoldo de Gyvés, la madre y el hermano de Cuauhtémoc, entre otros de sus familiares cercanos, quienes descendieron de sus vehículos para escuchar y agradecer las palabras que sus compañeros pronunciaban en su honor.

“Que su muerte sirva para que no hayan más muertes. Gracias héroes de la salud”, fue el mensaje del expresidente de Juchitán y líder de una fracción de la Coalición obrera, campesina, estudiantil del Istmo (COCEI), Leopoldo de Gyvés, quien abundó que su deceso por la enfermedad causada por el virus se aceleró por una complicación bacteriana.

Con este caso, en Oaxaca suman cinco personas fallecidas por Covid-19, el primero de la región del Istmo, donde además hay un caso positivo en recuperación.

La carroza con el cuerpo de Cuauhtémoc llegó al panteón municipal Domingo de Ramos, donde finalmente fue sepultado con la ayuda del personal de la funeraria, debidamente protegido. De lejos, familiares y amigos se despedían de él, quien no recibirá el ritual de la velación zapoteca por las restricciones sanitarias ante la pandemia.