Adaptarse al exilio: Así viven desplazados triquis de Oaxaca en espera de retorno al hogar

A un año y tres meses de ser víctimas de desplazamiento forzado, 143 familias triquis se encuentran en espera de volver y recuperar su vida en Tierra Blanca

Familias triquis se encuentran a la espera de volver a Tierra Blanca, tras ser víctimas de desplazamiento forzado
Familias triquis se encuentran a la espera de volver a Tierra Blanca, tras ser víctimas de desplazamiento forzado. Foto: Juana García
Estatal 08/04/2022 15:02 Juana García Actualizada 15:02

Yosoyuxi Copala.—  Don Alfonso cultiva hortalizas en un pedazo de tierra prestada, mientras añora las propias. Como él, hay 143 familias que se encuentran en espera de volver a su casa a un año y tres meses de haber sido víctimas de desplazamiento forzado y salir huyendo de Tierra Blanca  por el temor a las balas. 

En una amplia mesa de madera, en el comedor del albergue donde se resguardan varias familias, todos comparten de la misma comida. Una de las mujeres del albergue coloca un canasto de verduras y rábanos. Entre la charla, uno de los hombres presume la cosecha de don Alfonso, el encargado de sembrar las hortalizas que comparte con toda “la familia”. 

“Acá todos somos familia y aunque no somos de la misma sangre, todos venimos de Tierra Blanca”, dice don Alfonso con un suspiro y la vista agachada.

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Fotos: Juana García

El hombre confiesa que se ha ido habituando, o al menos ha hecho que su espera sea más tolerable, gracias a que comenzó con la siembra de hortalizas.

Semanas atrás decidió limpiar un pedazo de terreno para poder labrarlo, con la ayuda de sus compañeros y con pala y pico pudo quitar la maleza y dejar la tierra limpia. Ahora ya se dieron los primeros rábanos; esperan las calabazas y el pepino.

Con una sonrisa, don Alfonso dice que le gusta sembrar. En Tierra Blanca cultivaba maíz, tomate, frijol de mayo y verduras que a veces iba a vender los días de plaza a Juxtlahuaca.

“En el pueblo conocíamos bien a don Alfonso, luego nos regalaba verduras de lo que tuviera. En el pueblo tenemos esa costumbre de regalar o intercambiar nuestras cosechas”, dicen otros deplazados. 

Don Alfonso no tiene hijos, su esposa falleció antes que iniciara el conflicto y lo único que tenía era su hogar y su tierra para cosechar. Con una voz frágil, casi a punto de quebrarse, el hombre de casi 60 años dice que sólo quiere regresar a su casa.

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Según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y Desplazamiento Interno, y el Consejo Nacional de Población, de la Secretaria de Gobernación (Segob), son 143 familias las que fueron víctimas de desplazamiento forzado  por el conflicto en Tierra Blanca, comunidad habitada por la nación triqui

Situacion que la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) define como “violación de derechos humanos que se presenta cuando grupos de personas se ven obligadas a huir de su hogar” por un conflicto armado u otras violaciones. 

Familias dispersas

José (otro desplazado que pidió reservar su identidad real  por miedo a las represalias) cuenta que su esposa, quien no habla español, regresó hace tres meses del campamento en la Ciudad de México, pues estaba muy cansada de dormir bajo lonas y tejer para recuperar sus huipiles que se quedaron en Tierra Blanca

“A los que saquearon nuestra casa les fue bien porque mi esposa tenía como ocho o 10 huipiles, más los de mi hija, mi nuera. Y ahora, pues acá sin poder hacer nada, ella se ocupa de sus huipiles”. Mientras su esposa teje, él se encarga de vigilar porque teme que en cualquier momento personas armadas puedan entrar al albergue y hacerlo huir de nueva cuenta. Y entonces, ¿a dónde irían?, cuestiona.

Como la de José, el expediente CNDH/4/2021/9908/Q de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que varias viviendas de Tierra Blanca fueron saqueadas luego que las familias huyeron. En ese mismo documento el organismo reconoce a las familias triquis  que huyeron de la violencia  como víctimas de desplazamiento. Y recomienda a autoridades estatales y municipales  cumplir con el retorno seguro  en un lapso de tres meses. 

Por ahora, las familias triquis están dispersas, muchas  se encuentran en el plantón en la Ciudad de México, otras en un albergue en Yosoyuxi, y otras  más viven con sus familiares en otras comunidades,  incluso  fuera  de Oaxaca, estado que acumuló  20.8% del total de desplazados en 2020, según un reporte de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A.C. (CMDPDH).

“Nueve de los 24 episodios de desplazamiento fueron causados por violencia política, conflictividad social y conflictos por territorio lo que representó el 37.5 % del total. Estos se llevaron a cabo en los estados de Chiapas y Oaxaca, afectando a población indígena”, señala. 

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Además, distintas organizaciones de derechos humanos reconocen que aun cuando el desplazamiento forzado interno es una problemática nacional, no existe un registro del número de personas que se encuentran en esa situación en todo el país. Según datos del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno, del Consejo de Noruega para refugiados, al 31 de diciembre de 2020, en México 357 mil personas viven en situación de desplazamiento forzado interno.

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