Foto: Edwin Hernández
“Ahora con la pandemia bajó bastante, casi la mitad o más. No es el mismo trabajo que antes, vamos con calma”, explica Crispín.
En esta población de la región Valles Centrales, reconocida por su actividad panadera artesanal, existen 33 panaderías establecidas según el censo del ayuntamiento de Santo Domingo Tomaltepec, en el cual se detalla que 90% de ellas son menudistas y “están en el mercado con la ley de la oferta y la demanda”.
Ante ello, las autoridades advierten que la actividad a base de hornos rústicos está en decadencia y sólo “los grandes empresarios son lo que han superado la crisis al estar integrados”.
Foto: Edwin Hernández
Este año no se observa nada de eso. Incluso, dice, la pandemia pospuso los deseos de mejorar y prosperar para los dueños de la panadería Chagüita.
Foto: Edwin Hernández
Adriana Martínez Gutiérrez, otro pandero de la comunidad, explica que la venta y consumo del pan también incrementa en temporadas como Semana Santa y Navidad, así como en las fiestas patronales de los pueblos y en las celebraciones privadas como cumpleaños, bodas, bautizos, entre otros. El problema es que todas esas festividades también se han suspendido y pospuesto a causa de la emergencia sanitaria.
“Este año nos fue muy mal, porque nosotros esperábamos mejorar este año, pero llegó la pandemia. También la competencia ha impactado en las ventas porque también otros pueblos ya lo empezaron a elaborar, pero el tradicional es de Santo Domingo Tomaltepec”, agrega.
Desde hace 30 años, Bernardo García trabaja en la panadería La Santa Cruz. Aquí aprendió su elaboración y conoce todo el movimiento alrededor de ella; pero ahora, se dedica más a las ventas y por eso, dice, ha visto el desarrollo y crecimiento de la panadería.
“Ya no es una empresa familiar, ya es una media empresa, porque ya un capital contable el que se mueve”, apunta.
Foto: Edwin Hernández
Pero en las tres décadas que lleva trabajando en la panadería, afirma, nunca había visto que la producción se redujera hasta en más del 50%, como ahora en esta temporada de Muertos. Tradicionalmente, explica, en estas fechas se requerían de alrededor de 100 bultos de harina para la elaboración del pan, hoy apenas llegan a la mitad.
Foto: Edwin Hernández
Pero no pada todos ha sido un mal año. Leobardo Bautista Montaño, el propietario de la panadería La Santa Cruz, por ejemplo, sostiene que las ventas van bien e incluso mejor que en años anteriores. Pese a la pandemia, la producción está al 100%, asegura.
Borja Esteban Martínez, director General de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa), explica que pese a las dificultades que ha enfrentado la industria, sobre todo en cuanto a la caída en las ventas, que incluso llevó al cierre de algunas panaderías en todo el país, poco a poco se van recuperando.
“En el periodo de confinamiento, las panaderías que estaban ubicadas en zonas residenciales, de barrio, perdieron 50% de las ventas y las que están ubicadas en zonas comerciales perdieron entre un 70% y 75% (…) sin embargo, estos dos meses y medio habremos recuperado un 30% de la caída”, explicó a EL UNIVERSAL.