En Oaxaca la intimidad de las mujeres es un negocio, basta con conectarse a alguna red social para encontrar un mercado que no termina.

A cambio de packs   (imágenes intímas), por ejemplo,  una cuenta de Twitter con más de tres mil seguidores ofrece recompensas económicas. Además, “ayuda” a sus seguidores difundiendo fotos de oaxaqueñas para encontrar sus imágenes  y exhibirlas en la red.

Perfiles como éste se cuentan por decenas en Twitter. Desde los que difunden pornografía  hasta los que   exhiben a jóvenes, cuyas fotografías son tomadas sin su permiso de sus redes sociales, así como imágenes de mujeres que les son tomadas sin que se den cuenta cuando caminan por las calles.

Entre las víctimas, incluso, hay estudiantes que son captadas  cuando viajan en el transporte público. Algunas son puestas a la venta y otras se intercambian.

Detrás de estas cuentas se configuran delitos como el acoso y otros que pueden derivar de   la trata de personas con fines de explotación sexual y  servicios de prostitución no regulados.

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En cartulinas se podía leer los nombres de los profesores a quienes señalan de tomarles fotografías, o de algunos que intentaron desprestigiarlas con rumores

“Un seguidor nos pide ayuda para buscar los siguientes packs!! Dice que están muy buenos y que serán muy bien recompensandos!! Si alguien tiene algo o las conoce mandar MD (mensaje directo)!!! RT para poder encontrarlos!! (sic)”, dice el usuario de la cuenta con más de 3 mil seguidores en uno de sus mensajes que acompaña de fotografías de cuatro jóvenes extraídas de sus perfiles en Twitter.

Este usuario, en su información de perfil, señala que su cuenta es para el intercambio de imágenes de mujeres de Oaxaca, que se hacen búsquedas y que “el pack no se le niega a nadie”.

Otra cuenta, con casi 20 mil seguidores, pone en venta imágenes de mujeres desnudas que, asegura, son  del Istmo de Tehuantepec: “Que onda chicos seguimos con los cambios, material del Istmo, manden un md y si estás interesado en comprar, no es barata la lista (sic)”, menciona en su anuncio.

Además, existen cuentas especializadas en ofrecer información de scorts o servicio de prostitución de mujeres, que  también se enuncian como  cuentas que hacen “publicidad gratis”.

Otra,  con casi 10 mil seguidores, no sólo ofrecía servicios de prostitución y scorts, también presumía  fotos que tomaba a mujeres y  menores de edad en el transporte público, en las que buscaba captar debajo de la falda de su uniforme escolar; esta cuenta ya fue suspendida. Todas las anteriores  continúan activas.


Cadena de delitos.

No se trata de casos aislados, dice  Mauricio Valdez Suro, encargado de la Policía Cibernética adscrita a  la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO),  y señala que tienen detectadas alrededor de 60 cuentas en Twitter que ofrecen el servicios de scorts en el estado y  35 que realizan acoso sexual cibernético.

En la mayoría de estas cuentas, detalla, se ha identificado que son administradas por hombres, incluso en aquellas en las que pareciera que el perfil es administrado por una mujer que ofrece servicios.

Los  servicios de prostitución o de scorts, a través de redes sociales, no están regulados  por el gobierno ni por Internet y tampoco hay una ley que le permita  a la Policía Cibernética investigar esas cuentas, pues   se requiere de una denuncia.

La Policía Cibernética entró en operaciones en abril de 2018 y, desde entonces, ha detectado a perfiles en Twitter que ofrecen servicios sexuales y también  son utilizados con fines de extorsión a los ciudadanos, de parte del crimen organizado  u otros delincuentes.

“Los ciudadanos se interesan en estos servicios, piden información y, posteriormente, empiezan a recibir mensajes en  sus celulares en los que  los amenazan por no haber hecho el servicio. Les mandan videos de personas decapitadas indicándoles que eso les puede suceder”.

Asimismo,  se promocionan casas de cita (sitios establecidos de prostitución) en diferentes municipios, sin estar  regulados por las respectivas autoridades. Cuando son descubiertas o se realiza una inspección, resulta que se han cambiado a otro domicilio.

Para  Valdez Suro, posiblemente  se trate de redes de prostitución que   podrían esconder  trata de personas. Sobre las cuentas de packs, menciona que  han detectado delitos que clasifican dentro del acoso cibernético,  que también  han derivado  en abuso sexual.

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“Todo mundo sabe qué pasa, pero nadie ha hecho nada por resolverlo, incluidas las direcciones de estas instituciones”, señala a el ómbudsman oaxaqueño

“Esto puede generar otro tipo de conductas delictivas, como acoso colectivo y  abuso sexual porque, en ocasiones, publican hasta las ubicaciones de las jóvenes”, comenta.

Eliminar estas cuentas no es un proceso fácil. El agente explica que se  deben cumplir ciertas características: primero, la red social solicita saber quién está haciendo el reporte. Si lo hace un usuario  afectado directo, el proceso es más rápido; pero si viene de instituciones oficiales, como la Policía Cibernética,  debe argumentar qué tipo de conductas delictivas o que violentan las normas  se están generando.

En las fotografías que  no se visualicen rostros, por ejemplo,  si salen de espaldas o le ponen un emoji a la cara, es difícil que las eliminen.  También,  es más difícil borrar un perfil con muchos seguidores y algunas de  las que   se han detectado  tienen  más de 30 mil. Sólo cuando  la cuenta  publica contenido de menores de edad se elimina   de forma inmediata.


Vigilantes de la ley.

Elizabeth Mosqueda Rivera, integrante de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, coincide que estas cuentas podrían estar ligadas a redes del crimen “mucho más potentes”, como la delincuencia organizada y la trata.

Considera que, para su combate, no hace falta  generar más leyes “que luego no se puedan homologar”, sino aplicar las que ya existen. Como el caso de la Ley Olimpia, de la que ya hay una persona vinculada a proceso por el delito contra la intimidad sexual.

“Nos toca estar vigilantes de que esta ley  sea aplicable y  no sea un marco normativo más sin utilidad. Al final, cuando las mujeres deciden irse por la vía legal para acceder a la justicia, no hay una respuesta de las instituciones”, dice.

Acualmente, en la Fiscalía General del Estado (FGEO) hay  40 carpetas de investigación abiertas   por acoso cibernético, delitos contra la intimidad sexual, extorsión y fraude cibernético.